Distintas pero iguales

Cena

Narrado Celine
Hija mayor

—¿¡Cómo te atreviste a embriagar a tu hermana menor!? —Las venas se le saltaban de la frente.

>>Cómo podía hacer tanto escándalo por horas, ¿Acaso no sé le secaba la garganta?<<

—Yo no la embriague, no es una niña, déjala vivir su vida.

—¿Para que acabe igual que tú? —Me salpicó con algunas gotas de saliva que le habían salido por la rabia.

Retrocedi un poco para evitar el contacto con la saliva que emanaba de su boca.

—Bueno, terminar como tú, tampoco es muy alentador.

Sabía lo fuerte que era tocar el tema de papá y mamá, pero no se cansa de reprocharme las cosas, no soy de hule obviamente también tengo sentimientos y me duele saber que la persona a la que una vez llegue admirar, ahora me veía con tanta repulsión que le encantaría quitarme su apellido.

—Sabes bien que tú padre decidió dejarme por —las palabras se le atragantaron, mientras sus ojos se cristalizaron.

—Que vergüenza terminar como tú, jodida por un hombre que en ningún momento me amo. —Me arme de valor y la cruce por un lado encaminandome a la cocina.

—¿Todo bien? —Hablo Colette, tenía una cara pálida y nauseabunda, no sabía si era la resaca o el problema que tenía con mamá pero tan solo me límite asentir.

—Llevándole la contraria a mamá nunca le vas a ganar—La voz de Hernestine la interrumpió cuando entro hecha una fiera a la cocina.

—Lárgate de mi casa —Por segunda vez había utilizado ese tono frío, el primero fue cuando echó a papá de la casa.

—Mamá— Trato de hablar Colette pero enseguida la cayo Hernestine.

—¡Silencio! —Se acercó a mí y me tomo el brazo con fuerza —No quiero a una zorra en mi casa, te largas.

Me safé de su agarre y conteniendo todas las lágrimas que peleaban por salir le contesté con tanta seguridad posible.

—Si, me iré por qué no soporto ver cómo manipulas a mis hermanas —Me acerque a su rostro —Me iré a vivir de mis lujos con los Miles de hombres que me desean y como me gustan —termine de decir victoriosa.

—¿Crees que eso se ve bien? Nadie quiere ser como tú —Me miro de abajo hacia arriba —que asco.

Solo una palabra describía todo lo que sentía y era dolor, ese dolor que ya conocía a la perfección, que había sentido en varias ocasiones a causa de Hernestine.

—Pero yo quiero ser como la tía Celine —Hablo Nozomi, quitando toda la tensión —¿Es malo mami H?

Hernestine tenía los ojos cristalizados al darse cuenta de todas las cosas que me había dicho, así era Hernestine, hablaba sin medir la magnitud de sus palabras y luego ya se arrepentía.

Fue demasiado tarde cuando trato de disculparse con papá y puedo decir que conmigo también ya es tarde.

—No es malo mi niño, solo que no a todas las personas le parece correcto lo correcto —Hablo Camile para evitar que Hernestine dijera algo aún más estúpido, pero Nozomi solo arrugó las cejas. —Por ejemplo si yo te pongo un suéter tejido en invierno de esos que te pican, para las personas está bien por qué es cálido pero para ti no por qué te pica.

—Bueno —Se levanto y busco la mano de Hernestine —Mami H, por favor no corras a mi tía Celine solo por qué quiere vestirse de zorra.

La inocencia de Nozomi provocó una risa de todos en la cocina, incluso de Colette que parecía que en cualquier momento se desmayaria.