Tiempo

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Narrador Colette

Es difícil dejar atrás todo lo que te rodeaba, todo lo que te hacía sentir segura; Seguramente todo valdría la pena porque el futuro se veía más prometedor.

Y así se vio el mío, curse la universidad en Francia, con mucha suerte Mayra me alcanzó y la cursamos juntas.

Me enamoré de un chico tierno, inteligente y bastante guapo, nos comprometimos al finalizar la universidad.

Celine solo duró casada cuatro años porque el señor Orlando falleció, Celine se veía muy mal pero logro superarlo cuando Camile apareció con Nozomi y juntos la sacaron del hoyo del que yo no pude.

El dinero del señor Orlando paso a manos de Celine, ella le pago la escuela a Mayra, mientras que su hermano de Mayra jamás volvió hablarle.

Nozomi iba a terapia por qué a pesar del tiempo que ya tenía la muerte de Belmont, no podía superarla.

Mamá había demandado a Celine por mi culpa, decía que me había manipulado y si no volvía la metería a prisión.

La demanda se retiró pero fue por causas malas, mamá había fallecido a sus 80 años y eso no parecía afectarle a Celine pero a mí sí.

El tiempo había pasado muy rápido y ahora mismo estábamos sentadas en un café, bebiendo un café americano, Mocca, capuchino.

—No debo decirlo, pero Hernestine fue una mala mujer —Celine bebió de su capuchino—Le dejó todo a sus empleados y a nosotras probablemente una demanda.

—Deja en paz la memoria de nuestra madre —Refunfuño Camile.

—Mamá tenía sus defectos pero al final fue nuestra mamá—Le sonreí a ambas.

—Dilo por ti, nunca hizo nada por mi —Se quejo Celine—No fue a mi boda, al sepelio de Orlando, me demandó y ni hablar de lo que me hizo antes de todo lo demás.

Nozomi llegó y coqueto le hablo a una chica con la que se quedó hablando.

—Celine necesito tu ayuda, Nozomi es muy rebelde —Se veía cansada.

—Tratare, no prometo nada está en la edad de rebeldía ya tiene 18 años —Bebio de su café —He visto que ya no ha ido a terapia.

—Hace una semana, una chica fue a gritarle cosas a la casa y fue horrible —Bajo la voz —Amanecen muchas chicas en la casa, diario hay una distinta —Se limpio una lágrima—Yo crié a un buen niño, algún día le pegaran alguna infección.

—Camile, vamos a solucionar esto juntas —La tomo de la mano.

Me sumergí en mi americano y mire por la ventana.

Vi pasar a un hombre parecido a...Enzo, cruzaba la calle con dos niñas de la mano.

Parecía molesto y ajetreado, entro al restaurante y las sentó en una silla junto a la mesa.

—Traeles, una rebanada de pastel de limón—Reparo a las dos niñas con la mirada —Quietas o le diré a su madre.

Sonreí y pensé en acercarme.

Distintas pero igualesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora