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Décadas - {Klaus Mikaelson}

El año era 1925, y este me gustaba mucho, demasiado diría yo. Era mucho más bello que 1900 o 1850, había algo que realmente me encantaba... y creo que todo se lo debo a que esta década tengo unos amigos algo interesantes. Conocí a Rebekah Mikaelson una noche que salí y de un modo u otro entré a un bar, fue divertido hasta que noté a una rubia alimentándose abiertamente de un humano claro que esto no lo iba a dejar así tenía que unirme. ¿No lo comenté? Soy vampiro, si si bla-bla-bla historia trágica, familia muerta, venganza, todo eso junto... volviendo al tema. Esa noche también conocí a su hermano, Klaus Mikaelson. Y sería una tonta si no expresara que es realmente apuesto, malditamente apuesto, pero es también el vampiro más temido de la historia. A lo largo de mi vida conocí mucha gente que huía de él por años, décadas o siglos incluso puedo decir que ayudé un par de veces a Katherine Pierce escapar de él solo porque no tenía idea lo terriblemente guapo que era. Pero esa historia es para otro día, aunque aún Katherine me debe algo de dinero, espero verla pronto.

Creo que es hora de que les cuente un poco de mi historia, ya saben la trágica... trágica historia de mi vida. Yo nací en 1680 era una época diferente a lo que hay ahora. En 1700 mis padres decidieron comprometerme con un hombre, yo claramente no lo quería: lo había conocido una vez y había escuchado historias sobre él... ninguna era buena. No pensaba pasar el resto de mi vida a su costado, le imploré a mis padres que no permitieran esto pero no lo escucharon "es un buen partido, solo acéptalo" No lo iba a hacer nunca. La noche antes de la ceremonia escapé, en medio de la noche escapé y me fui de mi casa para nunca mirar atrás y desde ahí estoy huyendo. ¿Por qué? Esa es una buena pregunta. La principio no huía de nada ni nadie pero cuando accidentalmente me volví vampiro, una mención especial a Lexi Branson, mi creadora que pensó que haciéndome vampiro podría superar varios problemas pues claramente no fue así. Al menos estuvo ahí para ayudarme cuando desperté con esa sed de sangre que creí que no iba a poder superar. Cuando logré controlar mi sed y regresé donde mis padres para explicarles todo, me rechazaron... a mí su propia hija y no me siento orgullosa de como reaccione pero digamos que... sus muertes fueron rápidas.

Vi como los años y décadas pasaban y yo seguía igual, empece a vivir con Lexi, se volvió una amiga muy cercana mía me contó su vida y como estaba pasándola ahora. Era una excelente amiga pero no podía quedarme siempre ahí, tenía que seguir e intentar vivir mi vida. Cuando me despedí de ella y tomé el siguiente tren a New York, me sentí libre y por primera vez en mi vida estaba feliz. Viví en New York unos 15 años en completa tranquilidad, no fue hasta que una tarde cuando regresaba a casa lo ví. Estaba idéntico a esa aquella vez que lo ví, parpadee varias veces porque no creí que era posible. Al principio pensé que era un nieto suyo o algo así pero no, me vio y con esa sonrisa que puso sabía que era él. Salí corriendo de la ciudad ese mismo instante dejando mis cosas y amistades atrás, no podía creerlo. El hombre con quién debía casarme tantos años atrás estaba ahí parado viéndome como si tan solo hubiera sido ayer ese día que lo conocí.

Llegué a otra ciudad y tenía que empezar de cero, cambiar mi identidad y seguir con mi vida pero no importa donde estuviera, que año sea él siempre aparecía, tarde o temprano siempre estaba ahí. Estuve así por tantas décadas que cuando conocí a los Mikaelson por un momento me olvidé de todo lo que estuve huyendo, de cada uno de los obstáculos que viví y me quedé con ellos por casi dos años, Rebekah me ayudó a averiguar todo sobre él y como se volvió vampiro exclusivamente para poder perseguirme. Pero no podía estar en paz porque una noche apareció en el bar donde los tres solíamos ir.

-eres una mujer muy difícil de seguir -sonrió viéndome- y eso que te llevo siguiendo la pista por... ya perdí la cuenta

-aléjate de mí -dije- no quiero nada contigo ¿Que no lo entiendes?

-oh cariño -dijo él- pasé muchas décadas esperando este momento y...

-tendrás que esperar más -Klaus se puso delante de él muy serio- si no quieres morir en este segundo