Multifandom One Shots ✔️ {En Edición}

Nunca debí hablarle - {Edward Nygma}

La vida puede ser cruel... tan cruel que puedes llegar a odiarla. Tan cruel que sin que lo notes te atrapa y te deja en una constante pesadilla. Mi suerte debe ser tal que me atrapó a mí y me dejó dentro de un manicomio por casi 20 años.

¿Acaso dijiste manicomio? Exacto, mi bello hogar Arkham Asylum. Mis padres al parecer no tuvieron ganas de criar a una hija por lo que me dejaron en cualquier punto de Gotham, la policía me encontró y me dejó en una casa de adopción. Quizá no fui tan buena candidata, ya que, según mis registros me devolvieron 14 veces a la casa. ¿Ups? Como no encontraron lugar a donde enviarme algún oficial inteligente decidió sugerir: "¿Y si la enviamos a Arkham?", ¿de verdad? ¿una niña de un poco más de un año de edad en Arkham? Por eso la policía está como está por imbéciles como ese.

Pero de todos modos, Hugo Strange, el director del lugar me acogió. Quizá por curiosidad o pena nunca sabré cual es la razón. He pasado los últimos 20 años de mi vida aquí dentro, aquí aprendí a caminar, hablar, correr, escribir...

Mi escuela fue en el comedor del manicomio, mis compañeros de clase fueron unos psicóticos sin remedio, y yo una niña de 8 años sin poder decir algo. Tampoco puedo decir que todo fue tan malo, Hugo Strange siempre trató de darme lo mejor, la mejor comida, la mejor ropa... pero no era suficiente.

Sin mal no recuerdo fueron 6 las veces que intente escapar pero siempre me terminaban encontrando. Llegue a un acuerdo con él, un libro nuevo cada semana. Acepto alegremente, creo que hasta se ha encariñado conmigo.

He visto más locos de remate entrar por esas puertas que cualquier persona en su vida. Muchos regresaron a las calles, otros... bueno espero que los hayan enterrado bien lejos. La semana de mi cumpleaños 20 me encontraba, como siempre, leyendo un nuevo libro y comiendo una manzana cuando escuche que las puertas se abrían, eso jamás sucedía a menos que traían a alguien nuevo. Y era martes nunca traen a alguien nuevo un martes. Eso me recuerda cuando trajeron a Jerome Valeska... qué tiempos... sí que fueron unas semanas divertidas para mí, escuche que se volvió un criminal después de la escapada pero que lo atraparon y falleció no es que me importe tampoco.

Pero regresando al tema, las puertas se abrieron y un hombre entró, digo hombre porque no tendría menos de 28 o 29 años y máximo unos 35 de edad. No se veía nada mal para ser sincera pero seguramente estaba más loco que el resto del lugar para traerlo de tal modo será mejor alejarme. Regrese a mi lectura pero era evidentemente difícil al escuchar sus gritos.

-¡NO PUEDO QUEDARME AQUÍ! ¡ESTE NO ES UN LUGAR PARA MI INTELECTO!

Idiota, murmuraba mi mente una y otra vez. Levanté la vista para verle una vez más pero lo encontré mirándome curioso, regrese a mi lectura y evite contacto alguno con él.

Para mí no era difícil conocer al resto, simplemente con una leída rápida podía saber quién era quién, qué problema tenía y cómo evitar que se maten entre ellos. Es posible que por eso Strange me mantenga aquí dentro. Pero estas últimas semanas me quedé en silencio ¿la razón? El nuevo se hacía cargo de las peleas de los demás, ¿por qué? Nunca entendí que era para mostrar su inteligencia tanto como él aclama. Me limité a quedarme a un costado y verlo "trabajar". Tengo que admitir que su modo de resolver una pelea con el loco de las 5 personalidades y el loco sensible fue impresionante.

Pude notar también que después de resolver eso, el hombre se acercó a la reja del lugar a hablar con otra persona unos minutos, para luego quedarse parado escuchando una pequeña conversación de Strange y Peabody. Curiosidad así hará que termines muerto en este lugar... quizá este hombre pueda servirme.

Me levanté de mi asiento y caminé hasta la mesa del costado sin que se diera cuenta, aún estaba mirando al frente y murmurando cosas.

-solo lograrás que te den algún tipo de sedante si sigues así –dije sin quitar la mirada de mi libro