capitulo 31

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Es lunes y son las 2 de la tarde, mis padres están en el trabajo y no llegan hasta las 4, mi hermano llegará como a las 5 por algún grupo de estudio así que estoy sola, llegue de clases al medio día, almorcé y luego decidí leer la carta de Jacob aprovechando esta oportunidad para salir de eso, pero no ha sido fácil leerla

¿Cuánto tarda una persona promedio en leer una carta? ¿5 min? ¿menos que eso? supongo que depende de lo larga o su contenido, tal vez tarden unos 10 min pero yo ya llevo una hora sin abrir la mía, no sé si es porque no soy una persona promedio o porque no todas las personas reciben una carta de un sociópata que te secuestro/torturo/cuido/uso y que tiene una extraña obsesión contigo, mmm... sip, no soy del promedio, veo la carta fijamente como si fuera un veneno o una llama que me consumirá cuando la lea, ¿miedo o nervios? creo que tengo ambas... desde que prometí responderle a cambio de información para que ayude a Tomas en su investigación me vi obligada a leer esta carta para ver que escribirle, lo que me lleva a esta pregunta ¿si no puedo leer esto, como se supone que responderé? se que el sábado soné tan valiente y convincente pero demonios justo ahora no lo soy... Sola en la cocina decido verla

"Hola Anko ¿como estas? que pregunta tan absurda ¿no? pero es de educación preguntar, aunque sinceramente me gustaría saber de ti.. ¿Como te va allá afuera en el mundo real? y no en esas paredes dónde estabas a salvo, porque admítelo el mundo es aterrador, tengo curiosidad por cómo te sentiste, ¿tuviste miedo? No.. tu no tendrías miedo te entrene mejor que eso, pero estoy seguro que estarías confundida, ¿lo estabas? ¿me extrañas? me pregunto si piensas en mi, ¿debes querer matarme, cierto? debes estar feliz en alguna parte comiendo cereal con tus padres y yo aquí envejeciendo en esta cerda, pero no me odias del todo ¿no? después de todo te mantuve a salvo, quiero verte.. deberías venir a saludar a tu viejo amigo porque Anko debes admitir que tu y yo nos divertimos, todas tus victorias son una prueba de ello, ¿no estás curiosa por saber cómo es dónde estoy?, te lo diré: la celda es pequeña solo hay una cama con un escritorio, me dejan tener libros pero no puedo hablar con nadie, solo salgo una vez al día por una hora en ese pequeño patio, es tranquilo pero inquietante, dime ¿así te sentías? ¿una tranquilidad desquiciante? aquí hay mucho que pensar... solo haces eso, pensar, pensar.. dime ¿eso hacías tu? ¿que pensabas Anko estando allí? yo pienso en ti  porque eres mi estrella después de todo... cuéntame ¿como es en donde estás? para escribirte esta carta tuve que llegar a un acuerdo, ¿puedes creerlo? ¿yo, negociando con la policía? les di un poco de información a cambio de contactarte y cumplirán porque quieren saber más pero eso solo quiero hablarlo contigo, estoy seguro que tienes preguntas... yo tengo muchas, ¿no quieres respuestas Anko? ven a verme, se que quieres... estaré esperando"

Leo la carta varias veces sin poder moverme, mientras la leía escuchaba su voz como si él estuviera aquí y no solo un papel lo que resulto terriblemente familiar, como si fuera una de las tantas charlas que tuvimos en su oficina, tan familiar que me abruma, siento tantas cosas desde curiosidad a confusión, repulsión e ira, tantas emociones mezcladas todas conflictivas, los recuerdos me invaden


Estamos  en su oficina charlando

 

 -allá afuera esta algo llamado cielo Anko, de día es azul claro con nubes blancas como el algodón imagínalo como si fuera el techo de nuestro mundo, es hermoso.. esta arriba cubriéndolo todo, es tan grande tan vasto que hace que las personas se vean pequeñas-dice EL mientras se recuesta en su silla mirando el techo pensativo, trato de imaginarlo pero no puedo, siento un destello de reconocimiento pero lo ignoro porque nunca he salido de aquí

 

-¿que hay de la tierra?-siento curiosidad, EL me mira confundido

 

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