Estoy confundida, aun no puedo creer lo que pasó, la forma en cómo viví, la forma en que ellos no me olvidaron, ellos no dejaron de buscarme, ellos... quienes dicen ser mis padres, ellos no paran de darme abrazos, no paran de llorar, ¿Por que lloran? ¿Porque me miran de esa forma?, yo soy una mala persona, dicen que no es mi culpa, que lo que hice fue para sobrevivir, pero eso no me hace olvidar lo que hacía, no me hará olvidar los rostros de los caídos...
—Anko, ¿Qué sucede, estás bien? —pregunta Lissa.
—Estoy bien... —
—Desde que entraste a la habitación nos has dicho nada, ¿Cómo te sientes ahora que saliste del hospital? dime, ¿Hay algo que te incomoda?— ella es lo que llaman terapeuta, el otro doctor, el del hospital me dijo que me ayudaría a seguir adelante a superar los traumas, pero no entiendo ¿Cual trauma?, como sea debo decir algo.
—Hace frio pero me gusta, donde estaba hacía mucho calor, ¿Siempre será así cada vez que venga? —
—Por supuesto, si eso te hace sentir cómoda—me sonríe— ahora si no te molesta ¿Podría hacerte algunas preguntas?—la observo atentamente, »ella es rubia y usa lentes, no parece ser muy alta, es delgada y usa una libreta ¿Por qué?, me mira de una forma extraña pero no parece una mala persona, y ahora quiere hacer preguntas, ¿Porque me hacen tantas preguntas?, al igual que esas personas vestidas de azules ¿Cómo es que se llaman?, policías, Uhmm... son solo preguntas, no me harán daño y si es así podría golpearla, no me ganará, ¿EL que haría ahora? « Me limito a hablar y asiento con la cabeza.
—Háblame de EL — empieza ella mostrando interés — ¿Cómo te trataba? ¿Alguna vez te hizo algo que no te gustara?
—El no dejaba que otros me tocaran, EL decía que si lo hacían yo dejaría de ser especial... EL les ordenaba que no se acercaran a mí, EL decía que si hacia mi trabajo bien ellos no se acercarían a mí, ellos daban miedo—admito.
— ¿Ellos?—
— Si, los que querían hacerme daño.
— ¿Qué tipo de daño?
—Querían que yo fuera suya, decían muchas cosas que no entendía pero sabía que no era bueno.
— ¿Cómo lo sabías? ¿EL te lo dijo?
—Si... y no creo que fuera mentira, solo lo sabía, tenían esa mirada en sus ojos ¿La has visto?, me miraban de una forma que me daba miedo. Jamás olvidare sus miradas, esos profundos y cortantes ojos que me desgarraban...
— »Me sigue observando ¿Qué es lo que quiere saber?«— ¿Alguna vez EL dejó que te hicieran daño cuando no hacías bien tu trabajo?—Siempre hice un buen trabajo ¿Sigo con vida no?—respondo a la defensiva.
— Si, lo estás... y me alegro por eso, eres una chica muy fuerte.
—Soy fuerte— afirmo con determinación— solía derribar a personas más grandes que yo, esas personas son muy confiadas ¿Lo sabes? se trata de saber donde golpear, siempre hay un punto débil y debes golpearlo antes de que encuentren el tuyo. También el balance no quieres caer fácilmente.
—ya veo, eres una chica inteligente pero no me refería a tu fuerza física, sino a tu fuerza de voluntad. En todos estos años fuiste capaz de sobrevivir a ese ambiente violento, no cualquiera hubiera sobrevivido, muchos se hubieran suicidado… aunque hay que darte el crédito por tu fuerza física, sin ella como dices, no hubieras salido con vida-afirma con una pequeña sonrisa.
»La observo tratando de entender sus palabras, ¿Fuerza de voluntad? ¿Eso es lo que tenía en cada pelea? Ahora que lo pienso, yo no quería morir, yo más que hacer un buen trabajo para EL, yo quería vivir aun sin saber cómo. Por alguna razón luego de escucharla me están dando ganas de llorar y no puedo hacerlo eso sería una debilidad… «
—Puedes llorar si quieres Anko, aquí ya no tienes porque tratar de ser fuerte, aquí nadie te hará daño.
»No sé como lo supo, como vio a través de mi, solo sé que mis lágrimas no se detienen...«
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Volviendo a Casa
General FictionSecuestros, suceden a diario, los ves en las noticias o escuchas los rumores en las esquinas, ¿alguna vez has pensado en ello? piensa en ello: Un día te despiertas en una mañana común con aquel día soleado deseándote los buenos días, ignorando los p...