🍡Extra 2🍡

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La diosa luna unía almas como predestinados por eternidades.
Ese día una campesina joven había rogado por un hijo para poder tener una familia y descendencia.

Y Un 27 de marzo de aquellas épocas, nacío una niña de ojos verdes y cabello castaño con un lazo hacia otra niña nacida antes pero princesa del pueblo de su madre.

—Lisa hija ¿Puedes traer más hiervas medicinales?—La pequeña niña asintió emocionada por ir a buscar lo dicho.

Entre bonitos pastizales y flores lisa perdio su camino entrando al bosque.
Siendo llamada por una curiosidad extrema, una niña igual de bonita jugueteaba con los conejitos regalados por los campesinos.

Lisa se sentó a mirar los bonitos ojos y nariz de la niña, su vestido poseía un color rojo intenso combinando con sus labios.

—¿Quien eres tu?—Lisa miro a la niña que se volvió colorada, por ser descubierta fuera del palacio.

—Soy Jennie la princesa.

—¿La princesa Jennie de mi pueblo?—Jennie Asintió apenada, lisa se lanzó abrazarla.

—¡Gracias!, Mi mami dijo que usted sera la futura monarca del reino y jamás pensé que sería tan bonita.—Jennie enrojeció más por las dulces palabras de lisa, el abrazo había sido muy cálido.

Las dos niñas conversaron mucho y se hicieron amigas al instante, prometiendo volver a reencontrarse.

Su madre le beso cariñosamente al saber de su amistad con la princesa Jennie así su dulce niña socializaba y podría tener un contacto de la princesa.

Un futuro para su hija con algún duque o príncipe, gracias a la princesa Jennie.

La madre acepto gustosa sin poner reclamos a su amistad repentina, haciendo que le emocione cada día la idea de ver a su amiga Jennie.

Una tarde de juego con los conejitos del palacio Jennie le contó a Lisa:

—Sabes Lis, el palacio no es tan bonito como todos dicen.— Lisa se sentó a su lado observando los cabellos ruleados que se escapaban del peinado de Jennie. Se preguntaba si le molestaría usar muchas cosas en su ropa.

—¿Por qué Jen?— Jennie acaricio la cabecita de un conejito cercano a su regazo.

—Porque es todo gris, mami no me presta atención, papi siempre tiene cosas que hacer y los sirvientes no pueden hablarme. Es tannn aburrido que me siento sola.

—¡Ven a mi casa! Mami siempre está en casa y papi es muy amable con todos. Te presentaré a una amiga que es especial para mí  y así no te sentirás sola nunca más Jen.—La niña entusiasmada le siguió hacía su casa haciendo todo tipo de cosas.

Muchos juegos, recetas, risas y abracitos de amistad rosa como lisa sabía decirle a sus abrazos.

Con forme pasaba el tiempo, las dos niñas seguían profundizando su amistad. Haciendo que esa curiosidad se volviera gusto y más tarde amor.

Lisa había tenido una belleza muy impresionante en el pueblo, todos hablaban de la hija amiga de la princesa.
La princesa había captado su belleza haciendo que su solo pensamiento se volviera invadido por la chica de ojitos verdes.

Lisa era inefable.
Mientras ellas leían jennie tomo delicadamente su cara empezando acercarse y aumentando el deseo entre las dos, haciéndose ajenas a su amor prohibido. Los dulces labios de lisa encajando en los suyos.

La ternura en sus miradas y el cosquilleo titilante en sus estómagos, sin duda se deseaban.

Y allí entre ese cuarto testigo de todos aquellos sentimientos. Ambas se juraron ser eternas con sus cuerpos.

Dejando que sus cuerpos fueran dado de calor por el otro , lisa tocaba cada parte de jennie como si fuera la más fina tela jamás tocada. Jennie coreaba jadeos exquisitos a los oidos de Lisa, y todas esas sensaciones provocadas por su nombre saliendo de los labios rojos hinchados de su amiga.

La felicidad no era eterna, sin embargo estaría dispuesta hacer lo que sea con tal de sentirla otra vez.

La sociedad fue participe de su final trágico aquella historia de las dos chicas enamoradas, había llegado a oídos del rey.
Mandando a la horca a Lisa y Jennie aunque sea su propia hija, el sentimiento de ser juzgado le importaba más.

Las dos chicas trataron de escapar, pero Lisa fue alcanzada por un flecha del palacio.

Entre el pasto Lisa contempló el rostro lloroso de su amada una promesa entre dolor y sollozos.

—Prometo encontrarte Lisa, en todas las vidas que la diosa luna me de te buscaré. Prometo que nuestro final será mejor que este.

—Prometo entregarte mi corazón desde que te vuelva a ver, serás la dueña de todos mis anhelos Kim Jennie.

—Te amo

—Te amo.

Ese cierre de historia dió paso a las historias con sus espíritus siendo transformados en Omega y alfa.
Desde tiempo inmemorables.

El amor de dos chicas sinceras.

Doy por finalizado la historia.
No tengo palabras para expresar lo agradecida que estoy con todos ustedes.
Su amor, comentarios, votos y palabras de aliento me llevaron a esforzarme más.

Se que falta en mi ortografía prometo mejorarla, para que ustedes puedan leerla cuando deseen.
Espero haber ayudado en mejorar su bonito día, recuerden que yo empatice con todos y quiero ofrecer mi Dm por si están pasando por algún mal momento.

Está historia fue creada para aquellas chicas que tienen corazoncito de gomitas como yo, o chicos con corazoncito de gomita.

Son bienvenidos en cualquiera de mis historias, chau besitos de gomita🍡.

AUTISMO -JenlisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora