Parte 32

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—Shiro... ¡¡SHIRO!!

Ryunosuke soltó su llanto tomándolo entre sus brazos, viendo como el uniforme estudiantil se teñía de rojo. El de cabellos platinados, sostuvo su mano débilmente.

—Ve-vete... Vete de aquí...

—No, ¡No puedo abandonarte!-negó con la cabeza varias veces, mientras sus lágrimas descendían sin parar.

—¡¡Vete, maldición!!-gritó desesperado, su esfuerzo hizo que el dolor se intensificara en el abdomen-¡Te matarán, a Karin y a Rei también!

El ojinegro observó al frente y vio a los hombres uniformados acercarse con el arma todavía en la mano. Miró una vez más a su amigo, apretó su mano entre la suya.

—Yo... no quiero que... que mueras...

Shiro mostró una amarga sonrisa.

—No está en mí esa decisión, amigo... vete...

Ryu abrazó delicadamente su cuerpo.

—Te quiero-susurró llorando.

Shiro cerró sus ojos dejando que un par de lágrimas se deslizaran de sus ojos.

—Yo a ti...

—¡Muchacho, ven aquí!

Un escalofrió recorrió su columna vertebral ante la voz del desconocido, dejó a Shiro en el piso y miró a los malditos apresurar el paso, tiró la mochila en el piso y comenzó a correr en dirección contraria donde al fondo, Karin y Rei gritaban histéricos su nombre.

Shiro...

A medida que avanzaba, su llanto se hacía más fuerte.

—¡¡Regresa aquí maldito crio!!

—No puedo herirle, Pain me lo prohibió-recordó las palabras de su jefe, podía matar a sus amigos pero no al hijo del Uchiha. Tenía que estar en perfectas condiciones.

Ignoraron al cuerpo del adolescente agonizando, y comenzó una persecución.

El conductor del vehículo finalmente salió y se acercó con indiferencia a niño que se esforzaba por respirar.

Sacó su revólver de la gabardina y la apunto hacia la cabeza de Shiro.

—No puede haber testigos, muchacho, descuida... no sentirás dolor.

Shiro cerró sus ojos e intentó pensar en otra cosa ante sus últimos segundos de vida.

Tenía miedo, pero su miedo no duraría mucho.

 Ni siquiera tuve el valor de confesarle mis sentimientos. Soy tan patético, maldición. Adiós, amigos... adiós padre... Adiós, Ryu. 

Y el arma disparó.

oOo

—¡Corran! ¡No paren!

Los sujetos venían tras ellos, Karin dejó caer su mochila y Rei también la imitó.

—¡Shiro! ¡Mataron a Shiro!

—¡Ryunosuke, ya cálmate!

Sorpresivamente una bala voló contra un poste, Karin cayó horrorizada.

—¡Nos están disparando!

—Levántate-Rei la tomó de la muñeca y la levantó de un salto-No tenemos tiempo que perder...

—¡¡Hijo de Uchiha Sasuke, si no paras en este instante, te aseguro que le volaré la cabeza a tus amigos y esta vez no fallaré!!-le advirtió el portador del arma.

El camino de lágrimasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora