Entre las balas.

IX. Junta I

*Iván*

Pase la noche escribiendo el reporte de los últimos días desde el viaje hasta Chile hasta esta noche sin interrupción ya que le di un café a mi compañero con somníferos, la reina roja tiene demasiado poder e influencias para siquiera pensar en realizar este tipo de misiones con ella, se decidió atacar a José por varias razones la principal son las armas rusas libres en el mercado internacional con tanta facilidad además tan pronto se filtren a Estados Unidos comenzarán a confiscarlas, revisarlas y producir copias para tratar o mejor dicho lograr derrumbar nuestros puestos en el continente, otra de las razones es la llegada de drogas a la unión donde su provisión es absoluta y su uso es principalmente para desmantelar comunidades disidentes o culpar a alguien de tráfico pero la reina nos da ese suministro... al gobierno claro, pero José fue directamente con la mafia incontrolable y errática, no disidente pero molesta. 

La reina es un pilar mundial actualmente y es más útil viva que muerta, si José muere solo creara caos en el centro del continente aunque viendo sus íntimos lazos con el sur realmente me preocupa un poco crear más problemas de los que solucionaría además me vetarían de más de la mitad del mundo y me rehúso a vivir en Australia hace demasiado calor. Solo pude dormir algunas horas cuando la ruidosa alarma de mi compañero me despertó, esa alarma había sido puesta por Carlos en todos los teléfonos para que "el jefe anduviera más tranquis" lo cual al parecer funciono, estábamos sirviendo el desayuno cuando el grito de frustración de José se escucho por toda la casa. 

J- ¡¡ CHINGADA MADRE!! ¡¡ QUIÉN VERGAS INVENTÓ LAS PUTAS CORBATAS Y POR QUE NO SE VA AL INFIERNO DE DONDE LAS SACO!! 

En seguida varios soltaron una carcajada y Carlos subió aguantando se la risa, bajaron en unos minutos, José estaba muy bien vestido llevaba una camisa blanca con un chaleco azul celeste con botones plateados al igual que la corbata que estaba acomodando divertidamente junto con unos pantalones de vestir azul fuerte, su cabello estaba perfectamente acomodado y peinado además de que Carlos venía detrás de el con el saco a juego con el pantalón, nunca lo había visto tan umm presentable y apuesto ... supongo, quiero decir aaggg voltee la mirada pero pareció notarlo, iba a decir algo pero comenzaron a halagarlo.

- Jefecito ¿A dónde tan guapo?

- De que juguetería saliste muñeco *chiflido*

I- Quién fuera bizco para verlo dos veces jefe jajaja

Solo empezó a pavonearse dando unas cuantas vueltas mostrando todo su traje. 

J- Jajaja basta, basta que si me siguen mirando me oxido.*guiño*

Este tipo de interacciones me siguen pareciendo tan extrañas pero realmente agradables o bueno al menos todos parecían hacer su mejor esfuerzo en mantener la atmósfera a pesar del día que se avecinaba, me miro esperando su respectivo halago.

I- aa realmente haces lucir el traje José. 

Se tardó un poco en reaccionar a eso, yo también me queda estático pensando en si había dicho algo mal o demasiado para nuestra relación después de todo sigo siendo el nuevo, tardo unos segundos para sonreír triunfante.

J- Lo sé, lo sé bueno ¿Dónde/

En ese momento Manuel entro a la sala con un traje casi tan impresionante como el de José, una camisa crema sin chaleco pero con un saco y pantalón azules no tan fuerte como el de José pero se veía bastante bien aún sin la corbata de color rojo que llevaba en la mano, los halagos comenzaron de nuevo ahora hacia el mientras que Carlos suspiraba divertidamente acercándose a ponerle la corbata.

J- jeje Manu estás más relucientes que las estrellas.

M- ja tu también hermano, gracias por el traje.