—Yuta, ¿dónde estás?— pregunto la chica al otro lado del teléfono.
El chico rápidamente reconoció el tono preocupado de la chica.
—En casa— respondió tratando de calmar su temblorosa voz, pero sus intentos fracasaron.
—¿Estás bien? Sabes que no...
Kim sabía lo que pasaba y eso preocupó a Yuta, así que colgó sin despedirse. No quería que nadie sintiera pena por su situación, no la necesitaba.
Una ráfaga de viento abrió la ventana de su habitación. La brisa le acaricio la oreja y pronto el frío se apoderó de cada parte de su cuerpo. El chico se arrastró a su cama, pero no tenía fuerzas para acostarse y tratar de dormir.
Todo a su alrededor parecía una pesadilla de la que quería despertar, un abismo de imágenes dolorosas no lo dejaban en paz.
¿Que más podía hacer? No sabía. Podría escapar, refugiarse en un motel de baja calidad, y después se vería forzado a regresar por no tener dinero suficiente. No tenía escapatoria, estaba perdido en un callejón sin salida.
En su piel pálida había marcas oscuras de violencia, estás decoraban su cuerpo como la pintura que adorna un lienzo blanco. Moretones azules le rodean el cuello y pecho, contrastando con su rostro pálido agotado por las luchas constantes, guerras en las que nunca había ganado.
Había algo encantador en él, una tragedia escrita en su frágil cuerpo, un drama lleno de pecado.
Y en esta noche fría cuando sus lágrimas empapaban la almohada, sus manos temblaban y, su cuerpo estaba lleno de un dolor incontrolable él no pudo sentirse más miserable.
Pasaron los días y Yuta no se veía por ningún lado, ni siquiera en su lugar de trabajo. Ésto había preocupado a Jisoo, solía esperarlo siempre en la parada del autobús y a menudo iba a al bar intentando encontrar a su amigo, para su mala suerte solamente era recibida por Yoongi.
Le gusta como es que él no se sentía mal al ser quien realmente era ella. Era cierto que tenía una docena de amigos, aunque lo más correcto era llamarlos conocidos, ya que jamás habían estado para ella.
Después de días de ausencia, Nakamoto finalmente apareció en los pasillos de la escuela. Su vestimenta cubría por completo todo su cuerpo, y eso no paso desapercibido para los demás.
Su actitud tampoco paso por desaparecida, y más que dar lástima fue la burla de esa mañana.
Incapaz de reprimir sus sentimientos y sospechas, Jisoo siguió a Yuta mientras se dirigía a la azotea. Era la hora del almuerzo por lo que muchos no les prestaban atención.
—Yuta— menciono la chica mientras entraba al mismo sitio que su amigo —Llevas muchos días ausentes, ¿te paso algo?— pregunto acercándose al chico, esté se había vuelto para mirarla.
Tenía el aspecto de un soldado consumido por lo estragos de la guerra, o la de una deprimente obra de arte.
El viento frío rápidamente abrazo el cuerpo de ambos chicos.
El chico no hablo, tomo la mano de la chica y la llevo al cuarto de intendencia. Mientras caminaban hacia su destino Kim no entendía nada.
Pronto llegaron a su destino, y cuando Nakamoto se quitó la sudadera larga, Kim pensó que su amigo había entendido mal.
Pero cuando su piel quedó al descubierto la chica sintió ganas de vomitar. La piel pálida de Yuta estaba decoraba por profundos moretones oscuros, dibujando escenas aterradoras en su piel. Los mismos moretones rodeaban el cuello y pecho del chico. Sus costillas y huesos eran claramente visibles.
Ver a Nakamoto así fue aterrador. Era como mirar la belleza de la juventud marchitada.
—Jisoo, porfavor— el japonés ya había derramado lágrimas —ayúdame— dijo en voz baja, pero eso fue un grito desesperado de ayuda.
Un grito que había estado oprimido durante años, un grito que por fin había pedido la ayuda que tantas veces le habían negado.
¡Hola!
¿Cómo están? ¿Tomaron agua? ¿Comieron? ¿Les dio el aire? ♡.
Estoy muy feliz pq Xiaojun puso algo en su Bubble, y se veía bien bonito <3. Los dream subieron una canción de un dinosaurio sjsjshshhdgdggd, todo cute y raro.
¡Adiós. Los amo♡!
—Europa.
KAMU SEDANG MEMBACA
Broken| Yutsoo
Fanfiction"La tormenta se avecina. Es realmente una grande. No tengo donde ocultarme, solo sigo corriendo sin dirección alguna, huyendo de la llovizna promesa de inundaciones eternas. ¿Debería seguir corriendo? ¿O me resigno a mi destino de mierda y me deteng...