8₊‧♡

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Pasaron casi diez minutos desde que aquellos chicos habían comenzado a caminar a sus hogares.

Sin darse cuenta pronto llegaron a la casa de Jisoo.

—Yuta, no te lo tomes personal sino te hablo en la escuela— un silencio se formó entre ambos.

El japonés mordió su labio conteniendo todo los sentimientos que esas palabras habían ocasionando, y como de costumbre solo asintió.

—Sabes que todo lo que dicen de mí no es cierto— Nakamoto soltó esto acompañado de una falsa risa.

El viento alborotaba el cabello de la pelirroja.

—Lo sé...pero trata de entenderme— Kim suspiro.

Yuta estuvo de acuerdo y después de una última mirada se alejo sin mirar atrás. Jisoo vio como el chico se iba hasta que su figura se disolvió en la oscuridad.

Una vez la chica entro a su casa se dirigió a su habitación, en cuanto cerró la puerta de su habitación se tiró en la cama.

Tenía la impresión de que Nakamoto estaba enojado, y al principio le pareció tonto. Pero mientras más lo pensaba se dio cuenta que sus palabras lo lastimaron.

Y aunque lo sabía, no sintió nada. Se odiaba a si misma por ser tan insensible, se odiaba más por tomar sus antidepresivos por la mañana.

Ciertamente esas píldoras la volvían insensible, pero ella era tan inmadura en buscar siempre un culpable en todo lo que hacía. Suspiro y se paró de su cómoda cama para ponerse su pijama.

Cuando la hora de dormir llegó, y con ello se fue el efecto de los antidepresivos se dio cuenta del peso de sus palabras.

Yuta estaba estando en las escaleras de la pequeña y horrible casa que estaba detrás de él, o mejor conocido como su hogar

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Yuta estaba estando en las escaleras de la pequeña y horrible casa que estaba detrás de él, o mejor conocido como su hogar.

El cigarrillo a medio encender estaba a su lado, soltando una fina estela de humo que dibujaba formas sin sentido. Podía sentir el frío aire a través de su ropa, obligándolo a temblar y estremecerse del frío.

Había intentado entrar a su casa, pero había olvidado sus llaves en su locker de trabajo. Había tocado el timbre y nadie abrió la puerta, se convenció de que su padre estaba durmiendo o tomando en una cantina de mala muerte.

Así que se sentó allí, expuesto a cualquier peligro.

No sabía que hacer, o a dónde ir. Se la había ocurrido ir a la casa de Jisoo, pero ella le dejo claro que prefería no tenerlo cerca. Se abrazó a si mismo intento calentar su cuerpo, pero sabía que era inútil.

De repente un estruendo lo saco de sus pensamientos. Al final de la calle vio a su padre, él estaba borracho y tenía una botella vacía en la mano.

Suspiro para luego levantarse y ayudar a su papá. Tan pronto como Yuta lo tomo comenzó a murmurar estupideces.

Metió sus frías manos en la chaqueta de su papá y saco las llaves. Entro junto a su padre y lo dejo en su sillón habitual.

Le dio una última mirada y subió a su habitación. Una vez llegó sintió el frío envolver su cuerpo, después de todo no podía pagar la calefacción. Se quito lo que traía puesto y se puso su cómoda pijama, luego se acostó para envolverse en su manta.

Cerró los ojos, y al instante llegaron esas ganas de llorar, pensamientos absurdos, náuseas, un odio profundo se apoderaba de su cuerpo, un odio hacia el mismo y su miserable existencia.

Ni siquiera se dio cuenta se hecho a llorar un poco después, no sabía la razón. Incluso le frustraba llorar porque sabía que eso no solucionaría por lo que estaba pasando.

La presión del trabajo, el estrés de la escuela, el rechazo de otros y el mal trato de sus padres, todo eso lo estaban matando lentamente.

Sus lágrimas fluyeron, su almohada estaba empapada de estás, y no se detuvieron apesar de que Yuta intentaba dejar de llorar.

Todos lo ignoraban, lo juzgaban a cada paso, incluso sin conocerlo a fondo. Nadie sabía nada de él y, sin embargo todos decían tonterías de cualquier tipo. La crueldad humana no tenía límites.

Entre lágrimas se quedó dormido en esa fría habitación, inmerso en su propio sufrimiento del que parecía imposible escapar.






¡Hola de nuevo!

¿Cómo están? ¿Comieron? ¿Tomaron agua? ¿Les dio el aire?

Sino se cuidan les voy a jalar las patas y picar un ojo.

Hoy es cumpleaños de mi flaco, Jeno. Cumple 21 añitos, la verdad nosé que decirle más que estoy muy feliz por el <3.

¡Adiós. Los amo♥️!

Este capítulo va para Mooneh_z pq siempre me comenta cosas bonitas, y sus comentarios me hacen reír, un beso en la nalga, te amo. ♥️

Broken| YutsooTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang