Enséñame tus colores

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𝐀𝐬𝐢 𝐬𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐟𝐢𝐞𝐬𝐭𝐚𝐬...

Estoy en mi primera clase, Biología, no les voy a mentir hoy amanecí muy adolorida, creo que no fue muy buena idea lo de patinar con un solo pie.

Anais esta sentada al lado mío, ya que compartimos la misma clase.

—No puedo creer que hayas pasado toda la tarde con Javier Beader, y mucho menos patinando.

—No sé por qué te sorprendes tanto, es un chico normal como todos.

—Yo sé, sólo es raro..

—Chicas ¿algo que aportar para la clase? —Nos advierte el profesor.

—No profesor. —decimos ambas.

Así se nos fueron dos largar horas de clases.

Las miradas hacia mi no se han acabado, esto en verdad me incomoda. Pero ya tenía claro que esto iba a pasar.

Llega la hora del almuerzo, y junto con Anais vamos camino a la cafetería.

—¿Vamos a comer afuera? —me pregunta un tanto desanimada Anais, ya que están todas las mesas ocupadas.

Enfoco mi mirada en esa mesa.

Y ahí está, Javier Beader.
Comiendo solo, como siempre.

Al final él y yo, no somos tan diferentes...

—No, vamos a comer con Javier.

—¡¿QUE?! No te pases. Me da vergüenza!! Podría hasta vo-vomitar frente a él. —Anais habla tan rápido que tropieza con sus propias palabras.

—Tranquila.. no muerde, vamos.

Camino con pasos decididos e ignoró las súplicas de mi amiga, diciéndome que me detenga.

Cuando estoy frente a él, me siento y le sonrío.

—Hola! —digo alegre

—Hola chica rulos. —me devuelve la sonrisa.

—Ho-hola, me lla-llamo Anais.
—saluda torpemente mi amiga.

—Mucho gusto Anais, ¿sabes que te puedes sentar, verdad?

Anais se sonroja tanto que parece un tomate.

Ella solo se sienta y maldice en voz baja.

—¿Como va tu día? —le preguntó a Javier.

—Aburrido. —dice encogiéndose de hombros.

—Y tu, ¿estas lista para esta noche?
—cuestiona Javier.

—Yo.. emm si —digo insegura

—¿Que hay esta noche? —pregunta Anais, para luego comer una papa frita de su plato.

—Voy a ir a mi primera fiesta... ¿Quieres ir? Ósea, Javier ¿puede ir Anais con nosotros?

—Claro, ¿quieres ir? —le pregunta Javier.