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Necesito tranquilizarme

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Necesito tranquilizarme..

—Sienna, no estes nerviosa. Llevas casi dos semanas con Javier, y nunca te habías puesto así de nerviosa. —Anais lleva diez minutos tratando de tranquilizarme.

—Lo se, pero esta vez es diferente...

—¿Por que?

—Porque.. es como una ¿cita? —digo desconfiada.

—¿Eso te dijo? —Anais pregunta sorprendida.

—Bueno no exactamente, de hecho solo dijo que cenaríamos pero.. ¿Eso no es una cita? —pregunto confundida.

—No se, nunca he tenido una. —dice sincera.

—Yo tampoco.

Las dos nos quedamos calladas analizando mi situación.

—Solo piensa que es una salida de amigos, y listo.

—Anais, no puedo ver a Javier solo como mi amigo..

—¿Por qué no? Sienna.. ¿acaso te esta gustando Javier?

No puede gustarme Javier. El solo está conmigo porque no tenía otra opción.

Yo lo puse contra la espada y la pared.

Y cuando termine el trato que hicimos, no lo volveré a ver..

Él se podrá liberar de mi.

—Tomare tu silencio como un si.

Observó dramáticamente hacia mi teléfono.

—¡¡QUE NO ME GUSTA JAVIER!! —ladró cansada.

—¿Entonces por qué dijiste que no lo podías ver solo como amigos..?

—Javier es.. especial, me trata bien, me hace reír, me cuida, es cariñoso, me consiente, es guapo.. —y lo entiendo, quizás Javier ya se está adueñado de mis sentimientos. —Yo-yo emm, quizás me atrae un poco..

—¿Un poco? Acabas de describir a Javier como el hombre perfecto. —ironiza Anais.

El chico de ojos grises, es más que perfecto.

—Bueno amiga, gracias por tranquilizarme. Ahora te tengo que colgar, voy a arreglarme para la cena.

—¡¡Suerte amiga!!

Termino la llamada, y corro hacia mi maleta en busca de un vestido. Como en Paris es verano, no va a ver problema con el frío.

Escojo un vestido azul rey, ajustado de la parte de arriba, y suelta de la cintura hacia abajo.

Es uno de los tantos vestidos que me compro Javier en Oregón.

Pude ver en su cara lo incómodo que fue usar su apellido de esa forma. Cada vez que le dicen Señor Beader, Javier se pone tengo pero no dice nada al respecto.

Enséñame tus colores Donde viven las historias. Descúbrelo ahora