Sienna, ¿Como describiría la vida?, oscura.
Ella siempre a estado sola, y eso la ha llevado a no ser feliz.
Para ella el mundo no tiene colores, solo una nube gris
la cual no la deja ver más allá de los problemas.
Pero Sienna si quiere ver más allá...
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Estoy parada junto a Javier esperando el vehículo que vamos a usar para hacer el recorrido al centro.
—Y yo pensaba que no podías sorprenderme más... —digo mirando una moto típica de Francia estacionándose al frente de nosotros.
—Pensé que la mejor forma de recorrer Paris, era en una moto típica de acá. —Javier se encoge de hombros.
Después de que arruinara el momento en la azotea, no vi a Javier hasta ahora.
Y actúa como si nunca hubiese pasado nuestro casi beso hace unas horas.
Y creo que eso me hace sentir peor..
Javier sube a la moto, para luego pasarme un casco, y empezar a andar.
Voy todo el camino con los ojos bien abiertos, ya que no me quiero perder ninguna maravilla de este lugar.
—¡¡ALTO!! —le grito a Javier.
Este para en seco, y se da vuelta para ver si me pasaba algo, ya que me recorrió con la mirada en busca de algo malo, pero al ver que no tengo nada el prácticamente grita:
—¡¿ESTAS LOCA SIENNA?! Casi me matas del susto, pudimos haber tenido un accidente. —me reprocha.
—Uyy lo siento, pero necesitaba que pararas.. —musitó avergonzada.
—¿Para que sería? —dice más tranquilo.
—Quería sacar una foto al paisaje. —miro hacia otro lado, ya que la vergüenza me gana.
—Una foto. Sienna para la próxima que quieras sacar un foto, trata de no matarme en el proceso. —bromea.
—Está bien.. ya vuelvo. —camino hacia un prado lleno de flores, y empiezo a sacar fotos al paisaje.
Javier está apoyado en la moto, distraído mirando hacia otra parte, se ve como un modelo posando.
Así que preparo la cámara, y le saco una foto.
—Listo, podemos irnos. —le aviso.
—¿No quieres que te saque una foto con el paisaje? —pregunta Javier.
—Emm bueno. —le pasó la cámara a Javier, y él me empieza a sacar fotos de distintos ángulos.
—Listo, ahora si podemos seguir. —Javier da por termina la sesión de fotos.
[...]
Hay mucha gente acá, y la mayoría de ellos son turistas como nosotros.
Estamos llegando a la Torre Eiffel, y no puedo con la emoción. Este es unos de mis más grandes sueños.
Dejamos la moto estacionada, y vamos caminando directo a la gran torre que tenemos en frente.
—Hasta acá puedo escuchar tu respiración agitada. —Javier me mira con una ceja enarcada.
