*POV: Yuzuru.*
-Yuzu. ¡Yuzu! Despierta.-
Alguien me llamaba por mi nombre. Aquellas palabras resonaban en mi cabeza como un taladro, martilleándome en lo más profundo del cráneo. ¿Por qué me dolía tanto la cabeza? ¿y por qué tenía la boca tan seca? Entreabrí uno de mis ojos esperando encontrarme en mi casa o con suerte en un hospital porque me encontraba hecho una auténtica mierda. Pero lo único que vislumbré fue a Javier, de pie frente a mí y sin camiseta. ¡Sin camiseta! Mi corazón pegó un fuerte rebote y abrí los dos ojos de la sorpresa. Sus brazos musculados y aquel tórax tan bien definido parecían darme los buenos días. De repente comencé a acalorarme, seguro que tenía la cara completamente roja o al menos así la sentía yo. El cuerpo de Javier me estaba dando fiebre.
-Yuzuru, levántate, tenemos que irnos. Devuélveme la camiseta.-
Me senté en la cama sin poder apartar la vista de él. Simplemente no podía. Y me relamí los labios sin querer ante aquella figura.
-¿Dónde... está mi ropa?.- Pregunté mientras me quitaba su camiseta.
-Ahora te la traigo.- Dijo Javier entrando en el baño.
-Habi... me duele la cabeza... y el estómago.-
Javier regresó con mi ropa y menos mal que me ayudó a vestirme porque mi cuerpo dolía como si me hubieran dado una paliza. Además me sentía mareado, quizá debido al persistente dolor de cabeza. Incluso la leve luz que entraba por la ventana me cegaba. En cuanto salimos de aquel hotel el ruido de la calle y la luz hicieron que me tambaleara. Definitivamente no iba a volver a beber alcohol en la vida. Por suerte Javier paró un taxi y aquella tortura duró poco. No sabía muy bien a dónde íbamos pero me daba exactamente igual, yo solo quería estar con él. Apoyé mi cabeza sobre su hombro mientras duró el trayecto hasta lo que parecía ser un bloque de apartamentos de lujo.
En el ascensor de repente percibí un leve pero desagradable olor que procedía de mi ropa y fue entonces cuando también me di cuenta de que estaba mojada, tanto la camiseta como el pantalón. ¿Pero qué demonios...?
-¿Por qué mi ropa huele tan mal? ¿Y por qué está mojada?.-
Javier soltó una leve risilla y yo le miré confundido. Después del karaoke no me acordaba de nada.
-No esperes que tu vómito huela a rosas. Si así fuera sería bastante raro. Tuve que lavarla en el hotel pero no te preocupes, ahora cuando lleguemos a mi casa la echaremos a la lavadora.-
Que ¿qué? Javier me había visto vomitar. Qué horror, qué vergüenza. Me froté los ojos esperando que esto que estaba sucediendo solo fuera un mal sueño. Mi plan de seducirle y enamorarle se había ido por el desagüe por culpa de mi poca moderación con el alcohol. No debí hacerlo, yo solo quería impresionarle. Estúpido de mí.
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Match!
FanfictionSEXUALMATCH.JP es una de las webs de citas más populares de Japón. Javier Fernández lleva un tiempo en el país pero no consigue congeniar con nadie así que decide hacerse una cuenta. Por probar no pasa nada, ¿no? ¿o sí?.