22.

854 31 56
                                    

*POV: Javier.*

Mientras se llenaba el ofuro Yuzuru no apartaba la vista de mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mientras se llenaba el ofuro Yuzuru no apartaba la vista de mí. Todavía tenía los ojos un poco rojos, y en ellos se reflejaba la vergüenza. Nunca antes había llorado delante de nadie y menos de alguien que no fuera mi propia familia. Yuzuru había conseguido de mí lo que nadie había podido lograr; verme llorar. Y las dos veces que me había visto en ese estado era por obra suya, siendo consciente o no de ello. 

Cuando se acercó de nuevo a mí pude ver cómo sonreía y me miraba con dulzura. Entre los dos él parecía el adulto y yo el niño. Me sentía tremendamente pequeño a su lado, a veces su presencia abrumaba y sabía que él conocía su poder. 

-¿Estás mejor?.- Preguntó Yuzuru.

-Sí... perdón por haberme puesto así, no sé qué me pasa...-

-No te preocupes. Te he hecho mucho daño, entiendo que-

-No. No es eso.- Le interrumpí. 

Él me miró con las cejas arqueadas de sorpresa y confusión. Antes de darle tiempo a hablar más sobre eso me empecé a desnudar pero Yuzuru me detuvo sosteniéndome de las manos. Apenas me había aflojado la corbata cuando nuestros ojos se volvieron a cruzar. Tenía de nuevo aquel gesto de ganador en su rostro, eso significaba que algo estaba tramando...

-Puedo hacerlo yo Yuzu, no tienes que ayudarme.-

-Pero quiero hacerlo, por favor... sólo... déjame quitarte la ropa ¿me dejas?.-

-Pero-

-No haré nada más que eso. Te lo prometo.-

Ante su súplica fui incapaz de decirle que no. Se tomó su tiempo en desvestirme, como si disfrutase de aquello. Primero me quitó la corbata, después botón por botón fue deshaciéndose de mi camisa. Creí oírle lanzar pequeños suspiros al aire pero no sabía si estaba ocurriendo de verdad o era mi propia cabeza que me estaba jugando una mala pasada. Quizá él pudiera controlarse pero yo no, y aquel miedo a devorarle se hizo fuerte en mí. 

Antes de que me diera cuenta ya estaba completamente desnudo. De nuevo expuesto ante él corrí hacia la bañera y una vez dentro vi atónito como él también se quitaba la ropa.

-¿Q-qué haces?.- 

-Pues bañarme contigo. No pasa nada, el ofuro es grande y cabemos los dos. Venga Habi, no me mires así... en Japón es normal bañarse juntos, con la familia, con los amigos...- Yuzuru enfatizó en esa última palabra y sonrió. -No te voy a comer, tranquilo.-

Se hizo un hueco entre mis piernas y ambos disfrutamos del silencio durante unos minutos, dejando que el agua se llevase toda aquella tensión acumulada en el ambiente que se podía incluso cortar con un cuchillo. Veía su espalda levemente encorvada mientras frotaba un poco de jabón con un olor dulzón en sus piernas. 

-Me gusta mucho cómo te quedan los trajes, ¿te lo he dicho alguna vez? Me das un poco de envidia, a mí no me quedan tan bien como a ti.- Dijo de repente.

Match!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora