Caminaba por la acera a un lado de Darien. Me detuvo y lo miré, me tomó del brazo, se acercó con cautela, lo miré nerviosa.
—¿No crees que debería obtener una recompensa? — ¿Qué estaba tratando de decir? Retrocedí, él siempre esperaba algo a cambio por todo.
Tiempo atrás el sabía que me gustaba, sin embargo siempre me decía que no era el momento, que ya veríamos después y que no quería a un nada conmigo. Me alejé de él poco a poco, sin embargo me empezó a buscar después que ya no me gustaba, y todo lo que buscaba era alguna oportunidad para obtener lo que ya no conseguiría.
Se volvió acercar y me atrajo contra su cuerpo. Traté de empujarlo a toda costa, todo lo que conseguí fue que su mano derecha me estrechara contra sus labios.
—Déjame — se detuvo por un momento y me quedó observando.
—¿Antes no querías esto? — preguntó, negué y traté de alejarlo. Su boca se acercó a la mía con agilidad y rapidez. Tuve la oportunidad de empujarlo y darle una cachetada, estaba enojada y decepcionada.
Traté de girarme, sin embargo este tomó mi mano y me miró.
—Yo... lo ciento.
¿Se estaba disculpado? Sería idiota, tiré su mano y lo miré.
—Lo hecho, hecho está.
—Andrea...
—No quiero verte.
Empecé a caminar en dirección contraria, mis lágrimas empezaron a salir. Podía ser más idiota. Choqué con alguien y retrocedí, subí la mirada. Preferiblemente no lo hubiese hecho, me encontré con su mirada curiosa, bajé la mirada y intenté pasar a su lado como si lo conociera, pero me fue inútil.
—¿Niña? — me detuve, se acercó. Odiaba que las personas me vieran llorar. No quería hablar, no me salía la voz de todos modos. No dijo nada, sacó un pañuelo de la bolsa de su camisa y me lo extendió. Empezamos a caminar en silencio, sequé un poco mis lagrimas.
No sabía porque hacía tal acto, suponía que estaba siendo amable.
Eran las nueve de la noche, ciertamente el señor Smith me fue a dejar a mi casa en su auto.
—Debería ir a dormir — Demandó. Lo miré y arquee una ceja. Ciertamente ya me había calmado y me sentía mejor.
—¿Por qué?— Es peligroso que este despierta a esta hora — argumentó. ¿Era en serio?
—¿Por qué lo dice?
—Por qué es una niña — contestó, lo miré negando y abrí la puerta del auto, salí.
—Buenas noches, señor Leonard — dicho eso empecé a andar hacia la entrada de mi casa. Lo escuché irse y perderse entre las calles. Entré a mi casa, como siempre silenciosa.
Mi mejor amiga debía estar durmiendo o con el celular en su habitación.
//////
A veces nos equivocabamos con las personas, aunque aparentaban ser alguien diferente.
Ciertamente el señor Smith era todo un "galan", si uno lo miraba parecía ser un poco humilde, amable, lo afirmaba por que lo era, pero sinceramente ser algo lindo le beneficiaba, las mujeres usualmente se le acercaban por ser simpático y con ese toque de humor que se tenía, no necesitaba tener dinero para que le interese a alguien. A su alrededor siempre había alguna mujer coqueteando le, y claramente él no se quedaba atrás, le hacía competencia. ¿Podía ser más pendejo? Me preguntaba que si les hacía caso o solo lo hacía por diversión? Por como había dicho él tenía su mujer en la casa de seguro, no sabía con exactitud. Era algo excéntrico alguna veces, me costaba tratar de comprender sus respuestas, pero a un así seguía siendo un hombre adulto. No tenía problemas con decir lo contrario.
Me sentía vulnerable algunas veces, renunciar a todo lo que me rodeaba y tirar por la borda lo que había construido.
Lo saludé en cuanto llegué a la oficina, el día parecía radiante como para estar en la playa. Mi ánimo estaba mejor que el día anterior, él no dijo nada con el acontecimiento del día atrás y lo valore, no quería explicar que estaba llorando por un imbecil que no valía la pena y sinceramente me sentía decepcionada de tal persona que me disgustaba la idea de tan solo pensarlo.
Ordenaba un estante de libros entre unos de los muebles, sin embargo me detuve y me quedé mirándolo, estaba totalmente concentrado y absorto. Centré mi mirada en su rostro y bajé a sus finos labios color rosa pálido, no se cuanto tiempo pasó, pero se dio cuenta de que lo estaba mirando y no obstante desvíe la mirada avergonzada, sentí mis mejillas calientes y solo me giré para seguir ordenado los libros.
No podía seguir ahí y salí de la oficina, debía tomar un poquito de aire. Me dirigí por los pasillos y entré al pequeño comedor del edificio. Tomé un vaso con agua y me senté en la mesa. Después de varios minutos salí de nuevo a los pasillos y me dirigí a su oficina, abrí la puerta.
Estaba su secretaria sentada sobre el borde la mesa, al escuchar me entrar no obstante bajó de dicha mesa, me detuve y sonreí en modo de disculpa.
—Ah, yo... creo que me voy — dijo dicha mujer y salió tan rápido como sus piernas lo permitieron. No me interesaba en lo absoluto lo que ella y el señor Smith hiciera, no era de mi incumbencia, no hice ningún comentario al respecto. Solo me centré en proseguir mi trabajo de ordenar los libros en su debido lugar.
////
Estaba tan silenciosa la oficina que sonreí, tenía ganas de molestar un poco a mi jefe y hablar alguna de mis tonterías que salían salían de mi cabeza.
—Señor Smith — hablé, subió la mirada.
—Dígame.
—Vieras que un día de estos soñé con usted — comenté.
—¿y eso?
—¿No me va a preguntar que soñé?
—¿Qué soñó?
—Piénselo usted mejor — dije con diversión.
No me respondió nada y siguió trabajando. Que aburrido era.
—A veces lo odio — dije en voz alta para que me escuchara.
—El sentimiento es mutuo — contestó, aún sin mirarme.
—¿Un hombre como usted como puede odiar una niña como yo?
—¿Una niña cómo usted cómo puede odiar a un hombre como yo? — lo miré negando.
—Eso no es justo, está usando las mimas palabras que yo en mi contra — repliqué.
Se puso a reír.
—Muchacho del cielo — repliqué con molestia.
—Niña del mar.
🤦♀️😍🖤
Que corazón más negro me tengo yo. Siento que a como lo escribo va un poco aburrido ¿ustedes que opinan? Ocupo ponerles más lugares más que la oficina, así que denme alguna idea.
Les prometo que lo editaré cuando tenga mi computadora y le agregaré más cosas y escenas.
Espero aunque entrenar les. 🖤😍
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Eres Una Niña (Mi Versión)
RomanceMoría porque al menos me mirara de la misma forma que yo lo hacía. El empezó como mi jefe, su nombre era Leonard Smith, era un hombre elegante, divertido, pero me contrató para que yo lo ayudara hacer su trabajo y asistirlo. Desde el momento que lo...