Eres Una Niña (Mi Versión)

Capítulo Diecisiete

Ser parte no significa que participaras.

El significado que le daba a mi vida, era tan simple, pero a la ves tan complicada, lo tenía muy dentro de mi corazón muy profundo, el amor que se había incrustado en mi dolía tan fuerte y me consumía, y claro, era mi primer amor, si, un hombre mayor que yo de diez años, un hombre el cual había llegado de repente y había dejado una marca en mi alma, ¿cómo? No lo sabía, era ¿malo? ¿Bueno? Aquello, no lo sé.

Era como un lobo enamorado de la misma luna, ella estaba tan lejos de ser alcanzada a sus brazos, solo su luz podía sentirla desde lo alto, yo era igual esa niña en lo profundo de un mar, mientras el solo se asemejaba en lo alto del cielo, así que yo era la niña del mar y el un hombre del cielo, dolía, dolía muy dentro de mi pensarlo, sonaba ridículo para cualquiera que no estuviera enamorado, pero yo lo estaba.

Había convertido mis sueños en caminos largos buscándolo incluso en ellos, recorría bosques persiguiendo lo como si fuera un cazador, navegaba mares como si fuera un naufraugo para traerlo de vuelta en mis sueños y en mis largos pensamientos.

Y fue tonto de mi parte, que después de un mes casi dos meses al verlo de nuevo me acercara y hiciera como si hubiera solo pasado unas horas y quisiera hablarle feliz, con emoción, era como esos niños que después de perder a su madre y al encontrarla a la hora estuvieran feliz y no le guardaran rencor.

Lo miré caminar con su maletin en sus manos, despacio y recto.

-¿Andrea, que haces? ¿Ya estás lista? Vamos -La voz de Felix me sacó del trance, tomó mi brazo y tiró de mi, lo perdí de vista, cuando volví a ver, él ya no estaba, cuando lo encontré, fue a lo lejos saliendo del aeropuerto, subió a un auto y se fue, Felix me arrastró por todo el aeropuerto y me llevó hacer la fila.

Quería ir tras él y decirle ¿Por que diablos desapareció así? Debió decirme antes, no era quien, se suponía que era algo de él, ¿creo? No lo sabía con exactitud, pero Felix me insistía tanto en llevarme de viaje por un par de días.

Abordamos el avión, tomamos el vuelo directo a Alemania, estaba tan lejos de volverlo a ver, y si ¿me iba a buscar? O ¿preguntaba por mi y le decían que me había ido de viaje con alguien? ¿Se pondría celoso? No dormí durante todo viaje por pensar y pensar tantas teorías y tonterías.

Abrí la puerta del auto ya en el aeropuerto y subí, Felix terminó de meter las maletas y subió enseguida.

Le dijo una dirección que no supe adonde nos dirigimos exactamente.

Llegamos después de media hora en auto, a una casa realmente grande y muy bonita, era ahí, había una gran diferencia entre el lugar en el que me había llevado Leonard, era un poco mas simple, acogedor y comodo, mientras la casa de felix parecía lujosa, pero al entrar se sintió fría y silenciosa por completo, no era cálida.

-Siéntete como si fuera tu casa - dijo y subió las escaleras, mire todo a mi alrededor, si claro, me iba sentir cómoda cuando la casa era dos veces más grandes que mi casa.

Bajó de nuevo con una sonrisa y se llevó mis maletas.

-Si quieres camina por ahí, mientras acomodo mi habitación y la tuya, espero te guste.

Creo que el hacía todo para que me sintiera cómoda, y justamente me hacía sentir lo contrario, caminé mirando algunos retratos, eran de su familia.