-Discúlpeme, señor Smith soy muy bulliciosa a veces - dije, me miró serio y arqueo una ceja.
-¿Solo a veces?
-Señor Smith - dije en modo de reproche.
-Como usted diga - sonrío divertido y siguió trabajando.
Se la pasaba con el teléfono en mano hablando con quién sabe quién, no le prestaba atención, aunque a veces me acercaba solo para escuchar.
Mandó a traer comida y lo primero que vi fue una ¿Pizza? ¡¿Es enserió?!
-¿Señor Smith? - levantó la mirada y esperó a que prosiguiera -¿Sabía que la pizza engorda?
-Haciendo ejercicio se quita - respondió con diversión.
-¿Quiere decir que usted hace ejercicio? - pregunté con burla.
-Debes en cuando - contestó - cada que engordo - agregó.
-No tiene cara que le guste hacer ejercicio - le rechisté.
-Ni usted el estudio, pero hay se le hace el ánimo - lo miré de brazos cruzados, mientras él se reía de mí por lo bajo.
-¡Oye! ¿Qué a mi no me gusta el estudio, dices? - se encogió de hombros -A mí si me gusta el estudio, bueno de vez en cuando.
Sonrío burlonamente y negó.
-¿Y a usted? - pregunté, sin embargo no me contestó - ¡¿Señor Smith?! - y no me contestó de nuevo -A usted le encanta ignorar - le reclamé y no me contestó.
Dejé de insistir le y seguí mi trabajo, escribía lo que pidió en Excel.
-¿Quieres pizza? - me preguntó después de un tiempo que habíamos estado en silencio -¡Ah, se me olvidó que no le gusta! - lo miré y negué. Mi jefe era un caso completo, sostuvo una sonrisa burlona.
-¡Señor Smith! - repliqué.
-¿Ves ahora quién es la amargada? - se burló.
-Creame si no le estuviera trabajando le hubiera respondido a una manera no indicada - contesté, sonrió burlón.
-Pero por suerte, trabaja para mí - suspiré, mi jefe de verdad era un caso. Cuando mi tío me dijo "le conseguí un buen trabajo, pensé que iba hacer más diferente el trabajo, pero, me equivoqué, la versión de mi tío fue, puedes ayudarle, es un buen amigo mío, muy confiable, tiene algunos que otros problemas y por eso ocupa ayuda, pero no veía nada en que ocupaba ayuda.
Cuando mirara a mi tío ya le diría que el trabajo era todo lo contrario aparte qué, mi jefe era un caso.
Me quedé mirándolo.
-¿Cuantos años tiene, usted? - pregunté curiosa.
Subió la mirada y sonrió burlón.
-Si te digo tengo que matarte - contestó, lo miré como si fuese en serio lo que dijo. A veces era un inmaduro.
-¿Veinticinco, veintisiete? - traté de adivinar.
-Veintinueve - me contestó, me quedé algo sorprendía mirándolo y negué.
-Yo lo hacia de menos, se ve muy joven - contesté.
-Pues si, estoy viejo ya - contestó, negué.
-No, en serio, se ve muy joven, debería alegrarse.
-Ni que fuera una mujer para hacerlo - contestó riéndose, negué.
-Bueno, pero es algo bueno de verse joven — argumente. Muchas personas se alegraban por verse joven, mientras mi jefe era un amargado aveces.
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Eres Una Niña (Mi Versión)
RomanceMoría porque al menos me mirara de la misma forma que yo lo hacía. El empezó como mi jefe, su nombre era Leonard Smith, era un hombre elegante, divertido, pero me contrató para que yo lo ayudara hacer su trabajo y asistirlo. Desde el momento que lo...