El pasar los días solo me sentía más miserable, inútil y cansada de seguir viviendo lo mismo, hasta el momento de que llegó a mi puerta el arrendador y Kathe preocupada apareció tocándome la puerta para avisarme, sabía que eso pasaría tarde o temprano.
—¿Andrea, pero qué es lo que pasa? Explícame — dijo esta en modo de protesta hacia mi actitud, no le dije nada.
—Tendremos que mudarnos a otro lugar, me quedé sin trabajo y no tengo como pagar este lugar, no esta a mi alcance — contesté a su pregunta.
—¡¿Qué!? — exclamó en modo de sorpresa, me miró y negó.
—Pensé que estos días no habías ido porque estabas enferma ¿Qué pasó con tu jefe? ¿Te ha maltratado?
—No saques conclusiones apresuradas, espero comprendas la situación — negó — Deberías regresar con tu madre, yo...
Me miró molesta y se retiró de la habitación, me dejé caer en la cama, estaba estresada, triste y cansada. Me puse de pie, saqué las maletas y empecé a echar toda la ropa, sin embargo, me detuve y me cambié de ropa, dejé todo tirado y Salí del departamento, me dirigí al edificio de donde trabaja mi jefe y subí a su oficina, toqué la puerta y enseguida escuché su voz.
—Adelante — tras su orden de pasar adelante, entre y cerré, levantó la mirada y enseguida así mismo lo hizo y se puso de pie.
—¿Andrea? ¿No estabas enferma, por qué? — no lo dejé terminar la oración.
—¿Enferma? ¿Quién le dijo que estaba enferma? — pregunté tajante.
—Bueno, eso...
—¿Por casualidad fue la señora Stephany? Su novia — me quedó mirando y rodeo la mesa enseguida acercándose.
—Bueno, sí fue ella, dijo que no vendrías por unos días por que estabas enferma y por eso...
—Me temo que si no hubiera venido hoy no hubiera venido nunca — contesté yendo hacia ventana.
—¿Qué quiere decir?
—Su novia me pidió que no viniera más, que estaba despedida y se lo diría a usted después ella — tomó mi brazo con brusquedad y me miró.
—¿Qué? — contestó con sorpresa, entonces lo miré y enfrente su mirada dudosa.
—No me cree ¿Verdad? — respondí — Vendré por la carta de despedida o me la hace llegar por correo, hasta luego, señor Smith — dicho eso me solté de su agarre, lo empujé y me apresuré a salir de la oficina.
—Andrea... — Salí de la oficina y cerré la puerta, sabía que ponía por delante a su mujer antes que, a una empleada, y no me creería. Me dirigí al ascensor, al entrar en este, algunas lágrimas empezaron a derramar bajando por mis mejillas dejando el rastro húmedo. El ascensor se abrió al llegar al piso principal, miré el rostro que menos quería volver a ver, traía una sonrisa, al mirarme se le borró, quitó sus lentes oscuros y arqueo una ceja.
—¿Viniste a humillarte o a despedirte de mi novio? — preguntó con una sonrisa de medio lado, la iba ignorar y pasar por su lado, sin embargo, extendió su mano y no me dejo hacerlo.
—¿Qué quiere?
—No es forma de dirigirte a una persona mayor que tú de esa forma — argumento, la mire con molestia y se colocó frente a mí.
—¿Señora Stephany? — dije.
—No, niña, para ti, señora Smith, deberías saber que ese será mi apellido pronto cuando me case con tu exjefe — contestó, miré a una chica a su lado, que supongo que es su sirvienta o algo relacionado, le pidió el café que esta sostenía en sus manos y me lo tiró encima después.
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Eres Una Niña (Mi Versión)
RomanceMoría porque al menos me mirara de la misma forma que yo lo hacía. El empezó como mi jefe, su nombre era Leonard Smith, era un hombre elegante, divertido, pero me contrató para que yo lo ayudara hacer su trabajo y asistirlo. Desde el momento que lo...