Ginny seguía observando a Harry sumida en sus pensamientos, cuando él volteo a verla y le hizo señas con la mano para que se acercara. Ella dejó la copa de champagne rápidamente¿Qué estas pensando, Ginny? Conociendo a Harry, jamás, jamás te daría lo que tú necesitas. Pensó en ya no tomar nada de licor, esos pensamientos los tenia seguramente porque ya había bebido demasiado.
Sonrió al llegar a un lado de Harry, quien la abrazó por la cintura sonriéndole también.
— Desde que llegaron juntos, todos no paran de hablar de la hermosa pareja que hacen – le decía la esposa del ministro, una mujer muy glamorosa.
— Gracias – le contesto Harry.
— ¿Y tienen mucho tiempo saliendo juntos?
— No, apenas nos estamos conociendo.
— Harry, mañana tenemos un desayuno con todos los miembros del Wizangamont, espero que puedas acompañarnos.
— No le aseguro nada, señor ministro. La verdad, no se a que hora me vaya a dormir hoy – sonrió de manera picara atrayendo mas a Ginny hacia él por la cintura.
— Oh, entiendo – dijo el ministro también sonriendo. Ginny volteo a ver a Harry como para querer matarlo.
— Bueno, recuerda que el fin de semana tenemos una reunión con los ministros de Canadá y de México...
— Lo siento, pero el fin de semana teníamos planes de darnos una escapada a las playas de Miami ¿verdad, Ginny?
— Ni hablar – dijo resignado el ministro – debes de disfrutar la vida y que mejor que con esta hermosa chica. Definitivamente hacen una excelente pareja, ambos son aurores ¿Quién iba a decir que si no hubieras llegado con nosotros, Ginny seria nuestra jefa de aurores? Y mira, ahora están juntos.
— Es el destino – dijo la esposa del ministro.
Harry volteo a ver a Ginny sorprendido, nunca le habían dicho que ella era la favorita para su puesto.
— Con su permiso ¿bailamos, Ginny?
— Si, claro. Con permiso – se despidió Ginny, dejándose guiar por Harry hacia la pista de baile.
— ¿Por qué no me habías dicho que tu habías hecho las pruebas para ser jefe del cuartel?
— ¿Para que? Eso no iba a cambiar en nada. Llegaste y te dieron el puesto. Punto.
— Lo siento – le dijo tomándole la mano y con la otra su cintura para empezar a bailar.
— Ya lo hecho, hecho esta. Ahora me quieres explicar ¿Por qué demonios le hiciste creer al ministro que pasaríamos la noche juntos?
— No quiero ir a ese desayuno.
— Pues simplemente le hubieras dicho que no querías ir.
— No sabes lo insistentes que son. Odio ir a esas reuniones.
— ¿Me estas utilizando para dejar de ir a esos compromisos?
— Pues, básicamente...si.
— No puedo creerlo – le dijo molesta.
— Es parte del pacto de aurores. Por lo pronto, tengo la semana libre – sonrió satisfecho.
— Ni creas que te voy a acompañar a Miami. Esta noche termina el pacto.
— Claro que no voy a ir a Miami, voy a estar en mi departamento comiendo pizza y viendo películas. Solo que ni se te ocurra aparecerte por el ministerio durante todo el fin de semana, me van a pescar en la mentira.
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¿Te utilizo, Te necesito?
RomantikHarry el salvador del mundo mágico. Ginny un auror con grandes ambiciones. Ambos se utilizaran para obtener lo que desean, hasta convertirse en una necesidad. Créditos absolutos a Nat Potter W