Harry manejaba feliz hacia su casa. La había besado, tal y como lo había deseado. No sabía exactamente lo que sentía por Ginny, pero de algo si estaba seguro: le encantaba besarla. Subió el volumen de la radio y empezó a moverse al ritmo de la música como le había enseñado Ginny el día de su fiesta. Ahora hasta bailaba por culpa de esa pelirroja, pero estaba feliz. Su hija iba a llevar su apellido y tenía permiso para besar a Ginny.
— Claro, Ginny, utilízame todo lo que quieras – dijo Harry con una sonrisa y subiendo aun más el volumen de la radio.
Ginny se despidió de sus padres aun sorprendida por lo que acaba de pasar. Cuando se pusieron de acuerdo ella y Harry sobre fingir su noviazgo hablaron sobre tomarse de la mano, decirse palabras de cariño, pero jamás de besarse de la forma en que lo había hecho. Pero no estaba molesta, al contario, Harry besaba condenadamente delicioso.
Domingo. Harry se levantó más temprano de lo acostumbrado, se baño, se arregló, hasta intentó peinarse con un gel especial que le había comprado su madre hacia un tiempo atrás. Bajó a desayunar silbando una canción y se sentó a la mesa.
— Buen día, mamá, papá, padrino ¿Dónde está Remus?
— En su casa, descansando, no pasó buena noche. Pero al parecer, tu si ¿verdad? – sonrió de lado Sirius.
— Lo normal.
— Claro y yo soy un lindo gatito. Cuenta ¿tuviste acción anoche?
— Sirius Black, no te metas en la vida personal de Harry – lo regaño Lily.
— Mira quien lo dice ¿no te mordiste la lengua?
— No peleen – dijo James muy serio viendo directo a su hijo, mientras que éste sonreía divertido comiendo su cereal.
— Vamos, Cornamenta, el cachorro tuvo acción anoche.
— No le digas cachorro, se llama Harry – Lily lo fulminó con la mirada.
— Deberían de estar contentos porque su hijo es todo un hombre.
— Porque lleva mujeres a la cama no significa que sea todo un hombre – bufó Lily.
— ¿Te cuidaste? – le preguntó James viéndolo directo a los ojos.
— ¿Por qué piensan que me acosté con alguien anoche?
— Estas feliz.
— ¿Y? – sonrió Harry.
— ¿No has visto a Ginny? – le preguntó Lily tomando un pan para untarle mermelada y tratando de ser lo más discreta posible.
— Si, dormí a mi hija anoche.
— ¿Y después te fuiste con una cachorrita?
— ¡Sirius!
— Cállate, Canuto.
— ¿A ustedes dos que les pasa? antes Harry salía con chicas y ustedes no tenían esa cara — les pregunto Sirius a James y a Lily al verlos molestos.
— Antes, tu lo has dicho, pero ahora Harry tiene una hija ¿Acaso le estas buscando una madrastra?
— No exageren, por Dios – resopló Harry.
— Harry tiene necesidades como hombre – aclaró Sirius — ¿verdad, Cornamenta? Es natural que busque a chicas pues para...
— Solo cuídate – le dijo James ignorando a Sirius – ya te pasó una vez, embarazaste a Ginny.
— Una chica estupenda, por cierto.
— Me voy – se levantó Harry al ver que el ambiente se ponía un poco tenso — no me esperen para comer, voy a llegar más tarde.
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¿Te utilizo, Te necesito?
RomanceHarry el salvador del mundo mágico. Ginny un auror con grandes ambiciones. Ambos se utilizaran para obtener lo que desean, hasta convertirse en una necesidad. Créditos absolutos a Nat Potter W