Ron se quedó paralizado sin saber qué hacer. Ginny, se había arrojado en su pecho llorando como nunca la había visto. Siempre quiso que su hermana pequeña fuera tierna y que si tenía algún problema, él la iba a ayudar y a consolar. Sin embargo, eso jamás lo había visto, hasta ahora. La abrazó fuertemente confundido.
Cuando Ginny se separó de él, Ron la tomó del mentón para verla de frente. Ella no puso ninguna resistencia, sabía que Ron la quería observar detenidamente para saber si estaba o no mintiendo.
— ¿Te enamoraste – Ginny asintió derramando otra lagrima – de Harry?
— Nunca me imaginé que me fuera a pasar. Cuando conocí a Harry, era el jefe mandón e histérico que conoces, pero todo este tiempo que estuvo junto a mí por Lily, me di cuenta que es un hombre maravilloso.
Ron resopló y la llevó a la silla para que se sentara, él tomó otra y se sentó junto a ella.
— Entonces ¿lo del noviazgo es en serio?
— No – le contesto Ginny limpiándose la cara – lo hicimos por la tía Muriel nada más.
— Pues lo hicieron muy bien.
— No tan bien, no te pudimos engañar.
— Los ojos de Lily – Ginny sonrió – pero lo que me hizo dudar fue precisamente tu actitud. Pensé que habías tenido algo con Harry en Estados Unidos y que habías falsificado los papeles de la inseminación.
— No, en realidad lo utilicé nada más.
— ¿Y él? ¿Qué siente por ti?
— Nada, yo solo soy la madre de su hija. Ron – Ginny le tomó una mano— si le decimos la verdad a mis papás, eso quiere decir que...que Harry ya no estará conmigo.
— No me gusta que engañes a la familia.
— Lo sé, pero ellos también están contentos con Harry. Logramos que mi tía Muriel le entregara las reliquias a papá, tú mejor que nadie sabe la cantidad de veces que se las había pedido y ella se había negado diciéndole que hasta que muriera las iba a tener – Ron negó con la cabeza – la boda de Bill, la madriguera, Ron mi tía podría quitarnos la madriguera, la conoces enojada.
— No Ginny, mejor ni pienses en eso.
— Ron, quiero estar con Harry, no me lo quites, por favor – le suplicó.
— ¿Tanto lo amas? – se extrañó Ron, nunca había visto a Ginny suplicar, siempre tenía un as bajo la manga para poder chantajear a quién ella quisiera con tal de salirse con la suya.
— Sí, pero sé que no voy a ser correspondida – sonrió con ironía – yo que siempre tuve a cuanto chico quise y en realidad sólo los quería para algo que me conviniera, y ahora... Harry, el hombre a quien en realidad amo, solo está conmigo porque le conviene, quiere estar con su hija. Lily es lo único que le importa.
— ¿Qué piensas hacer?
— Vivir el momento, disfrutar el estar cerca de Harry hasta que se descubra la verdad.
— De acuerdo, no le diré nada a nadie para que sigas disfrutando el momento.
— ¿Lo dices en serio? –no esperó respuesta y se abalanzó a abrazarlo– Gracias hermanito, eres el mejor.
— Pero no quiero que sufras, Ginny, si Harry no te ama...
— Estoy consciente de eso, pero créeme que cuando estoy con Harry, soy la mujer más feliz del mundo.
Ron se fue a su trabajo en el mundo muggle sin ver a Harry. Inmediatamente la señora Bailey llamó a su jefe en cuanto salió Ron de la oficina, esa era la instrucción que le había dejado Harry. Cuando entró a su oficina, encontró a Ginny sentada en la silla frente a su escritorio.
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¿Te utilizo, Te necesito?
RomanceHarry el salvador del mundo mágico. Ginny un auror con grandes ambiciones. Ambos se utilizaran para obtener lo que desean, hasta convertirse en una necesidad. Créditos absolutos a Nat Potter W