Capítulo 13

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La Madriguera era un caos. Todos los Weasley rodeaban a Ginny con la pequeña Lily en brazos. Aun estaban sorprendidos de que se había ido con Hermione a pasar el fin de semana embarazada y que haya regresado con su hija en brazos. Molly aun estaba consternada, pero feliz. Se sentía mal por no haber estado con su hija en el momento más importante de su vida, pero sabía que no estuvo en sus manos. A Ginny aun le faltaban dos o tres semanas para dar a luz y Bill también era su hijo, era su deber estar con él para pedir la mano de su prometida. Pero ahora se dedicaría a su nieta, a su única nieta.

Ginny no podía creer lo cariñosos que podían ser sus hermanos cuando se lo proponían. Estaban vueltos locos por su hija. Durante el día casi no la cargaba, sobraban brazos para hacerlo pero durante la noche, la pequeña Lily simplemente no quería a nadie. Lloraba y nada la tranquilizaba. Sus hermanos optaban por mejor despedirse, porque el llanto de la niña era simplemente insoportable. Ginny dormía muy poco, al igual que sus padres, porque el llanto iniciaba justo a la hora de dormir de los adultos y terminaba como tres horas después, dormía un poco y de nuevo iniciaba el llanto.

Harry llegaba a su oficina y detrás de él, la Sra. Bailey con toda la información que necesitaba: sus citas, sus reuniones, sus mensajes, etc.

— ¿Esta usted bien, Sr. Potter? Esta semana lo he visto muy desmejorado.

— Estoy bien. Sra. Bailey, por favor dígale a Granger que quiero hablar con ella.

— En seguida, señor.

Hermione tocó la puerta antes de entrar. Harry estaba tomándose unas aspirinas y la hizo pasar.

— ¿Me buscabas?

— Si, pasa, por favor.

— Conseguí lo que me pediste. Es un curso muggle muy completo de defensa...

— No, no te llamé para eso – Hermione frunció el ceño — ¿Has visto a Ginny y a mi hija?

— Todos los días.

— ¿Cómo están?

— Según tengo entendido, Ginny te llama todos los días.

— Si, pero únicamente me dice que están bien. Escuché un comentario de Ron que su sobrina es hermosa pero que por las noches llora mucho.

— Si, Ginny batalla un poco para dormirla por las noches. En el día duerme y come muy bien, pero en las noches, simplemente llora – Harry suspiro preocupado – Ginny la llevo con el sanador y dice que la niña esta completamente sana.

— Quisiera verla, esto me esta volviendo loco.

— Harry, entiende a Ginny, ella no les puede decir a su familia que tú eres el padre de su hija, tu eres...

— Harry Potter, lo sé. Soy el héroe, el salvador del mundo mágico – bajo la mirada – yo únicamente quiero estar con mi hija.

Hermione lo vio con nostalgia. Ginny tenia razón, Harry no solo era el jefe estricto exigiendo a sus aurores un buen trabajo y responsabilidad, sino que también, era un ser humano con sentimientos y tierno, muy tierno.

— ¿Quieres que le de un mensaje a Ginny?

— Solo que la veo el domingo en su casa, con mi hija.

A pesar de las quejas de Molly, Ginny se fue a su casa el domingo después de almorzar. En casa de sus padres se sentía muy a gusto, pero por las noches, con el llanto de la pequeña Lily, sabía que ellos no dormían del todo bien. Arthur se iba a trabajar casi con los ojos cerrados y Molly ya no se levantaba temprano a darle de comer a las gallinas.

¿Te utilizo, Te necesito?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora