Capítulo 20

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Lo único que tengo para decir es que todo realmente se ha jodido y al entrar a mi casa después de pasar uno de los mejores días lo veo.

Lo percibo al entrar y sentir el silencio sepulcral en la planta baja, pero los fuertes ruidos desde el estudio. Tiro mi bolso en el sofá de la sala y subo hasta la oficina y entro sin tocar.

– Que ocurre? – Pregunto y los ojos de Simone me miran con alivio por un segundo para luego pasar a una mirada dura.

– Donde has estado? – e acerca a mi amenazadoramente y retrocedo. – Te hice una pregunta.

– No te interesa y a mi no me grites. – le respondo en el mismo tono que el mirándolo fijamente.

Retrocede y deja de mirarme par no decirme algo mas y terminar en problemas, suspiro temblorosamente y enfoco mis ojos en Alessio el papa de Arabella que esta con el saco abierto tomando un wiski mientras mira con ojos enrojecidos afuera sin siquiera mirarme. Veo a todos trabajando yendo de un lado al otro y pienso lo peor al ver al papa de Chiara sentado con la cabeza en las manos en el sofá.

–¿Dónde están mis primas? – El abuelo me mira y no habla, pero ya se su respuesta.

Tía Colette entra llorando y niego con la cabeza.

–Mientras tu andabas no se dónde, mandamos a buscarte Annalisse. – Dice con una mirada de enojo. – Envié a la mayoría de mis guardias creyendo que estabas en peligro descuidando a mis nietas.

Nadie me mira y le digo que miente, aunque dentro mío se que no es así, limpio la solitaria lagrima que cae por mi mejilla y lo encaro.

–No me culpes a mi de algo que no fue mi culpa. – lo esquivo y me acerco a Vittorio que se encuentra frente a una computadora. – Encuentras algo?

Niego con los ojos vidriosos y busca otra manera de localizarlas, antes de poder ayudar en algo entra mi mama seguida de mi hermano con un bolso.

–Sácala de aquí. – Dice papa al verme y lo miro cabreada.

–Son mis primas quiero ayudar.

– Yéndote ayudas mas que estando aquí. – Fiorella dice mirándome de mala manera.  – No necesitamos que vengan por ti, esa fue su misión en un primer momento.

–Fiorella basta – le dice su esposo intentado tomarla del brazo fallando en el intento.

–A ti te buscaban y se llevaron a mi bebe. – lloro en silencio siguiendo a mi madre que me saca, escuchado a lo lejos el llanto de mi tía.

Antes de salir tía Colette me abraza y besa mi frente.

–No fue tu culpa principessa. – No lo creo así pero siento. – La encontraremos siempre lo hacemos, ahora solo cuídate.

Subimos en silencio tan solo mama y yo y lloro viendo hacia afuera, no fue mi culpa, claro que no lo es.

Pero si de algo me arrepiento es haberme ido y dejarlas desprotegidas a ellas. Mama me acerca a ella y lloro en silencio en su hombro, el auto frena y al bajar veo que nos encontramos en la finca de la familia y somos recibidos por el personal, subo a la habitación sin decir nada tomo la laptop y entro a mi correo enviándole un mensaje a Scott que es un hacker que conocí hace años escribiendo lo que necesito, enviándole algunas placas de autos que recuerdo.

Pasan horas en la que no recibo respuesta por lo que tomo mi celular y llamo a papa, atiende al tercer timbre agitado.

–Hemos encontrado donde están, ahora no puedo hablar. – Corta así sin más y suspiro aliviada, pero con un raro malestar en mi pecho.

Broken Souls - EN CORRECCIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora