Capitulo 4

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Al fin sábado, nunca he querido que un fin de semana llegará tan rápido como hoy, ya no quería seguir haciendo los trabajos del instituto, necesito salir de mi casa.

Vittorio y Francesco tienen pensado llevarnos a Stefano  y a mi, al lugar donde se hacen las carretas clandestinas. Me sorprendió un poco su invitación ya que despues de lo que pasó, nunca me invitaron a sus carreras y mucho menos si estas eran ilegales, igual mas allá de eso no me asombra que participen en ellas siempre están dispuestos a demostrarle a toda la familia que no les importa cumplir sus reglas clasistas.

Después de prepararme y pasar por una crisis existencial, voy hasta la habitación de Fiorella, entro y la veo a ella y Arabella paseando en bragas en la misma situación que yo, sin saber que ponerse.

– ¿Qué debo ponerme? 

He ido a carreras pero no a clandestinas y prefiero no quedar tan fuera de lugar.

Vienen hasta mí me arrastran y me dejan ropa en la cama para vestirme, la miro y conforme con ella voy al baño a probarme lo que me han dado, rogando que sean de mi talle.

– Ni de coña, saldré así. - las miro a las dos que me evalúan de pies a cabeza.

Me han dado una pollera corta, extremadamente corta de cuero con un cierre al medio, una remera de tiras con encaje, cuando levanto la mirada las veo con más poca ropa que yo, y me sonríen encantadas con mi outfit. 

Antes de decir algo mas Fiorella nos vuelve a recordar que se nos hace tarde y salen casi corriendo cuando escuchan el claxon de un auto, antes que alguien salga y nos descubra, busco mi campera de jean para sentirme un poco mas cubierta y bajo rápido.

Cuando llego afuera veo el Ferrari negro de Francesco, y me subo. Suben el volúmen de la música y todos como unos locos nos ponemos a cantar, no se cuánto tiempo pasa, pero cuando veo por la ventana se que ya llegamos, lo se al ver a todas las chicas con poca ropa y la cantidad de autos y motos que hay, no hay que ser un genio para darse cuenta.

El lugar se encuentro a las afueras de la ciudad, es una zona en la que no hay mucho seguimiento policial ya que esta muy alejado.

Bajan todos y caminan como si el mundo les perteneciera, con la mirada altiva sin reparar en las personas a su alrededor, salgo antes que me dejen y solo los sigo, me acerco a mi prima que me codea "disimuladamente"

- Este lugar no es como el que frecuentamos. - Ah no? Si no me lo decía no me daba cuenta. - No tienes que saber mucho, simplemente no hables con extraños, no hables con el grupo de Elijah y por nada digas que eres  Rocci- Iba a replicar algo, cuando veo que todos se han callado y de un Lamborghini bajan tres chicos acompañados de una chica.

Unos chicos jodidamente buenos, que tienen a muchas suspirando. 

- Ellos son Ashton, Polo y el del medio es Elijah. - Los miro, cuando me pellizca, auch - no lo mires así Annalise! - ni que me fuera a morder, aunque pensándolo bien no me importaría si.. no mejor dejo de pensar en eso, "no debo acercarme" a él, esta vez prefiero evitar los problemas y ser obediente.

No supe cuanto tiempo estuve viéndolos, hasta que veo como el tatuado que supongo es Elijah repara en mi, aguantando la respiración, hago lo que mejor se hacer, hacerme la desentendida, empiezo a mirar mis uñas, que claramente necesitan que me las vuelvan a hacer, están horribles, me quedo pensando en eso y no veo venir cuando la chica que los acompaña se me acerca.

-¿Quién eres tú? - así.. sin hola si quiera? - Que eres sorda o la tintura ya ha afectado tus neuronas- Ah eso sí que no, soy natural querida a diferencia tuya todo lo que tengo es NATURAL.

Broken Souls - EN CORRECCIÓN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora