Elijah.Miro las gotas caer por la ventana y tomo un trago de whisky antes de perderme en mis pensamientos.
Recuerdo a mi propia perdición, sus besos, suspiros, gemidos, su tacto tan suave en mí. Maldita niña, que ha hecho en mí que no puedo sacarla de mi cabeza.
Después de verla en ese operativo tan frágil ha despertado algo tan inhumano en mí, un sentimiento tan fuerte que ni con mujeres o alcohol puedo sacarla de mi sistema y eso me tiene alerta, no puedo sentir eso, por eso no he respondido sus mensajes.
Aprieto el vaso en mis manos y desvió la mirada a la persona que acaba de interrumpir mi tranquilidad. Entra mi padre y asiente hacia mí, dando la silenciosa orden para que baje con él.
Sigo sus pasos y terminamos frente a la puerta del sótano, acomodo mi chaqueta y entro. Levanto la mirada y encuentro a un hombre hecho mierda en la silla, levanta su mirada y ríe entre dientes.
- Sabias que lo arruinarías maldita basura rusa. – Dice en italiano y sonrío de lado, me acomodo en la silla frente a él y lo miro detenidamente.
- No hablaras. – Afirmo en su propia lengua – Entonces veremos que haremos contigo.
Me estiro hasta encontrar la navaja y sin mucho preámbulo la clavo en su mano, ahoga un grito, pero aun así me mira desafiantemente, no sé qué tienen los guardias de esta familia, pero son aún más arrogante que sus jefes. Ahora realmente cabreado tomo el cuchillo y lo arrastro a través de su mano hasta sacarlo, muerde su labio, pero sigue sin siquiera pestañar.
Mi padre se acerca y golpea su cabeza contra la mesa de frente haciendo que su nariz sangre sin parar, levanta su cabeza y sonríe.
- Dime lo que quiero saber maldición. – Se acerca a él y tira su pelo para atrás. – Dame la navaja Elijah.
Se la paso y con un corte certero corta su oreja y por primera vez vemos una reacción de esta escoria, ahoga un jadeo y grita del dolor, pero el hombre frente a mí que resulta ser mi progenitor no frena hasta no ver todo ese pedazo de carne fuera de él.
- Si no hay pruebas del cuerpo, puede que aun haya cuerpo. – Mi padre lo mira al escucharlo decir esas palabras en un jadeo sin querer asimilar el peso de ellas, pero cabreado toma su cuello quebrándolo matándolo en el acto.
Grita exasperado y sale dando un portazo. Dejo de pensar en lo que realmente han querido decir esas palabras y tomo mi celular antes de salir por la gran puerta, mi padre toma mi brazo y me mira.
- Recuerda de que parte de este tablero estas Elijah. – Quito mi brazo y sigo mi camino – No quiero fallas.
Tomo mi moto y me alejo a toda velocidad, sin poder quitarme esas palabras de la cabeza, tomo mi celular y llamo a la causante de mi dolor de cabeza.
- ¿Donde estás? – siento risas de atrás y frunzo el ceño.
- Hola que tal estoy de maravillas y tú? Igual gracias por preguntar. – Ríe y suspiro. – Respondiendo tu pregunta descortés, en mi casa ¿por qué?
- Te espero en 10 minutos afuera. – y sin esperar respuesta finalizo la llamada.
Tiro la colilla del cigarrillo y retomo mi camino. Al llegar espero afuera con las luces apagadas que salga, siento unos pasos y la veo bajar con un pantalón que es más una segunda piel y una remera de tiras corta, con una chaqueta y se mira muy cabreada.
Sube a la moto en silencio y arranco, esta tan molesta que ni siquiera quiere agarrarse de mi por más que acelere a todo lo que da. Llegamos a un mirador y baja sin mirarme.
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Broken Souls - EN CORRECCIÓN.
RomanceAnnie Rocci, siempre fue lo que muchos quisieran ser, lo que mucho llamamos "chica 10" buenas notas, amigos y familia, sin embargo la realidad es que ella intentaba ser la mejor en todo porque era la única forma de llenar el gran vacío que tiene por...