"Un puñado de sensaciones"
Pt.1Madrugada del sábado octubre 13.
WilliamAparqué el auto a un par de metros tras la patrulla y apague el motor, desde donde me encontraba podía ver a Crisda recargada sobre el deportivo blanco apenas vestida con un trozo de tela parecido a lentejuelas y a dos oficiales que la retenían; cerré los ojos con fuerza y me di de frente con el volante, me había sacado de la cama a la mitad de la madrugada a punta de gritos y chillidos quejumbrosos.
Desabroche mi cinturón y tome una bocanada de aire antes de salir del auto.
— Oficiales.
Ambos, el hombre y la mujer me miraron bastante irritados y Crisda se abalanzó sobre mí tan pronto me vio.
— Willy, este par... de idiotas no me dejan ir ¡Me retienen contra mi voluntad!
Las palabras se le resbalaban entre la lengua y olía a vodka y loción para hombre; la rodee por la cintura cuando estuvo a punto de caerse de los tacones y la mujer me miró.
— Conducía a ciento veinte dentro en una de noventa.– Retuve un suspiro. — Sin mencionar que viene en estado de ebriedad y no trae licencia.
— ¡Estupideces!
Traté de taparle la boca mientras el compañero de esta tomaba nota; me había liado las cosas de una forma estrepitosa de nuevo, sin mencionar que esperaba que no hubiesen revisado el auto aún.
— Lo entiendo oficial si tan solo...
Seguí forcejeando con Crisda que parecía haber olvidado como ponerse de pie así que recargue su cabeza sobre mi hombro y la sostuve para poder mirar al oficial sobre ella.
— Es decir... ¿Hay algo que podamos hacer al respecto? No me gustaría llevarlo a comisaría.
Aparto la vista de la libreta y me miró.
— ¿Está tratando usted de sobornarme?– Fruncí el ceño. — Porque puedo llevármelo también.
— ¿Qué? ¡No!
— ¡Este es un jodido país libre!– su grito llamó la atención de todos. — ¡¿Es así como tratan a los extranjeros?!
Volvió a retorcerse y casi caigo junto a ella.
— ¡Scheise! ¡Crisda, halt einfach die Klappe!
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Oscuros de amor
RomanceHelena Dawson es la hija de un dios mientras que Vladimir Blackwood el hijo de un rey, pero nada bueno sale de juntar a los dioses y a los reyes porque entonces el mundo arde en pecado. Adán y Eva no habían sido los únicos en desobedecer la volunta...