-¿Que?-Dije molesta levantándome del sofá.
-Lo que escuchaste, nos iremos de Toronto por mi trabajo-Dijo serio Pedro.
-¡Pero no me puedo ir de aquí!, ¡Mamá!-La mire.-Lo siento mucho linda, ya pedí el traslado. Nos iremos, vendrá la mudanza mañana por la mañana y nos iremos.
-¿Y Cinco?-Solloze.Mi madre miro a Pedro y este serio le hizo un ademán para que siguiera.
-Es prudente que termines con el. Escucha, haya conoceras a más chicos, te enamoraras de nuevo.
-¡No mamá!, Yo amo a Cinco, no me puedes hacer esto, por fin tengo una vida plena aqui-Dije desesperada-¡Por primera vez en toda mi vida alguien se fijo en mi!, No puedes quitarmelo así.-Es una decisión tomada-Hablo Pedro-Tienes tiempo ahorita para irte a despedir de ese muchacho. Tenemos que empezar a empacar.
-¡Todo esto es tu culpa, ojalá nunca te hubiera aceptado en la CASA DE MI PADRE!-Grite para después salir de la casa.Salí corriendo lo más rápido a la casa de Cinco, no nos hemos visto desde que se molestó por que Maicol me iba a pintar, exactamente tres días.
Al llegar, abrí el barandal, es la segunda vez que venía. Toque la puerta y enseguida se abrió.
-Oh pero mira que tenemos aqui-Hablo y río. Extendiendome la mano.
-Hola... ¿Y tú eres?-Sonrei confundida.
-Soy Klaus, y tú eres muy bonita amiga mia.-Sonrio muy relajado.-Muchas gracias, ¿Esta Cinco?-Pregunte.
-Claro, en su habitación, subiendo las escaleras la penúltima puerta a la izquierda-Me cedió el paso.
-Gracias Klaus.Subí las escaleras, y me guíe a la habitación de Cinco, toque la puerta y nadie me respondió, abrí la puerta y la habitación estaba vacía, sin rastros de el. Suspiré y comencé a escuchar la melodía de un violín.
Mire a mi costado y me deje guiar por esa melodía. Venía de una habitación y rápidamente se dejó de escuchar. Asome un poco mi cabeza por la puerta entre abierta.
-¿Y que tal?-Sonrio una castaña con cabello lacio.
-Estuvo muy bien Vanya-Aparecio Cinco acercándose a ella.
-¿Crees?-Sonrio.
-Si, solo debes sonreír, muestra tu linda sonrisa-Susurro acercándose a ella.Mi corazón comenzó a acelerarse, ¿Que hago?. Cinco coloco su mano en el brazo de aquella castaña. Ambos no cortaban el contacto visual.
-¿Crees que tengo linda sonrisa?-Sonrio.
-Definitivamente-Miro sus labios.
-¿Puedo besarte?-Susurro.Cinco se quedó callado, la miro a los ojos y suspiro para después, relamer sus labios. No pude más, y me aleje de ahí sin hacer ruido, mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas. Baje las escaleras sin hacer ruido.
Un rubio, un pelinegro y Klaus me miraron.
-¿Que haces aquí?-Pregunto aquel pelinegro.
-Espera Diego, ¿No es la de afuera del banco?, La que Cinco salvo dos veces creo dijo-Lo miro.
-Oh eres tu-Dijo Klaus.
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Polos apuestos ¿se atraen?
De Todo𝙲𝚒𝚗𝚌𝚘 𝙷𝚊𝚛𝚐𝚛𝚎𝚎𝚟𝚎𝚜: 𝚄𝚗 𝚊𝚍𝚘𝚕𝚎𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚜𝚎𝚛𝚒𝚘, 𝚜𝚎𝚌𝚘 𝚏𝚛𝚒𝚘 𝚢 𝚜𝚒𝚗 𝚜𝚎𝚗𝚝𝚒𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘𝚜. 𝙿𝚊𝚛𝚊 𝚎𝚕 𝚓𝚘𝚟𝚎𝚗 𝚎𝚕 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚙𝚊𝚛𝚎𝚓𝚊 𝚎𝚜 𝚞𝚗 𝚊𝚜𝚌𝚘. __ 𝙹𝚘𝚗𝚎𝚜: 𝚄𝚗𝚊 𝚊𝚍𝚘𝚕𝚎𝚌𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚏𝚎...