Polos apuestos ¿se atraen?

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Unos meses pasaron. Salía de la secundaria cómo solía hacerlo. Y como siempre Octavio tras de mi.

-¡Ya basta!, Dos meses, molestándome, acosandome, ¡Ya basta Octavio!-Dijo molesta.
-__, me gustas por favor.
-¡TENGO NOVIO!, No me gustas, no me interesas-Dije entre dientes.
-Por favor-Susurro.

Rodee los ojos para seguir caminando, cuando esté me jala del brazo pegándome a el.

-¡YA!.
-Por favor-Susurro.

Intenté alejarme pero me era inútil. Aunque rápidamente unas manos se colocaron en los hombros de Octavio alejándolo de mi.

-¡QUE LA SUELTES TE DIJO!-Exclamo un castaño. Realmente nunca lo había visto por aquí.
-¡No te metas Maicol!-Dijo Octavio.
-Me meto, por qué no quiere que la toques.-Dijo ceñudo-Mejor lárgate Octavio.

Octavio me miro por última vez, para después darse media vuelta eh irse. Suspiré aliviada. El castaño me miro y después sonrió. Lo mire.

-¿Estás bien?-Dijo feliz.
-Si, gracias-Le di una leve sonrisa.

-Soy Maicol-Me extendió la mano.
-__, __ Jones-Estrechamos mano.
-Encantado __-Susurra besando mi mano.
-Igualmente-Musite amable.

Maicol soltó mi mano sin dejar de mirarme. Observe mi reloj. Tenía que llegar rápido a casa.

-Tengo que irme, un gusto hasta luego.-Estaba por dar vuelta cuando me toma del brazo.
-Dejame acompañarte... Por favor está oscureciendo.

Lo mire no muy convencida. Cinco estaba esperándome en mi casa.

-No, yo sola puedo irme gracias-Quize dar vuelta de nuevo y me detuvo.
-Insisto... Por favor, no quiero que te pase nada malo.

Relami mis labios mirando al costado. Y asenti.

-Esta bien, gracias.

El sonrió y comenzamos a caminar.

-Cuentame de ti __-Rompio el silencio.
-Soy __ Jones, tengo 16 años, vivo con mi mamá, nací aquí en Toronto, ¿Y tú?-Dije mirando el camino.
-Soy Maicol Medina, tengo 17 años, y nací en New York, y vengo de allá.

Lo mire asombrada.

-¿New York? ¿Y que haces hasta acá?.
-Trasladaron aquí a mis padres. Ambos son abogados-Sonrio.
-Que genial, Supongo-Sonrei.
-Tienes una sonrisa muy hermosa __.
-Muchas gracias Maicol-Y cuando menos lo esperaba ya estábamos fuera de mi casa.

Camine hacia la puerta y tras de mi Maicol. Me di media vuelta para mirarlo y le di un leve sonrisa.

-Bien, aquí es mi parada-Dije bromista.
-Es muy linda-Murmuro mirando la fachada-Oye __...
-Dime.
-¿No te gustaría...? No lo sé ¿Salir a tomar algo conmigo? Un café, o hacer lo que gustes-Rasco su nuca.

Estaba apunto de contestar cuando una voz me interrumpe.

-No le interesa-Hablaron tras de mi.

Ambos volteamos, encontrándonos con los hermosos ojos verdes de Cinco. Le di una leve sonrisa y mire a Maicol.

-Oh, hola, soy Maicol-Dijo con media sonrisa.
-Cinco, Cinco Hargreeves-Dijo serio.
-No me dijiste que tenías hermanos-Me miro confundido.

-Nada de hermanos, no soy su hermano, y ella no tiene hermanos, para tu información-Le da una leve sonrisa irónica soltando un suspiro.

-¿Entonses?... ¿Eres su primo?, ¿Su tío? No entendí la verdad-Rio confundido.
-Soy SU NOVIO, así que no le interesa salir contigo. Casi 7 meses de relación, escúchame maldito vicioso, no quiero que tú intentes seducir a mi novia, es solo mía, ¿Comprendes?-Dijo amenazante acercándose a el, y cómo solía hacerlo, puso su mirada sería eh intimidante- Y si no comprendiste, yo mismo te enseñare a golp...-No termino pues lo interrumpi, y coloque mi mano en su pecho.

-Ya calma...-Rei- Gracias por acompañarme Maicol-Dije amable.
-N-no es... N-nada, adiós __-Dijo para después salir corriendo.
-Idiota-Murmuro.

Mire a Cinco con una sonrisa y tomé su mano.

-Hasta a mí me dio miedo esa amenaza-Bufe.
-Deberia, por qué tu solo puedes salir conmigo Jones-Me toma de la cintura.
-Acepto-Sonrei.

Ambos comenzamos a acercarnos. Yo me coloque de puntillas, y Cinco se encorbo un poco.

-Hola-Susurro.
-Hola lindo-Sonrei.
-Te extrañe.
-Adoro cuando me extrañas... Yo igual te extrañe.-Acaricie su mejilla.
-Puedes darme un beso... ¿Por favor?.-Relamio sus labios.

Yo sonreí más feliz que nunca. Tomé su nuca y bese sus labios. El estrés salió de mi cuerpo al besarlo. Sus labios se movían en una suave sintonía con los míos. Las manos de Cinco inesperadamente apretaron mi cintura. Sin esperar, de un momento a otro Cinco nos teletransporyo a la sala de mi casa. Me separé de sus labios y acaricie mi barriga aguantando las náuseas.

-Definitivamente debo acostumbrarme a eso. No se cómo soportas las náuseas. Mierda-Dije riendo.
-Te amo-Sonrio.

Amaba que me dijera eso... Amaba que me amara, adoraba a aquel Cinco Hargreeves que tenía frente a mi. Al cariñoso. Tierno, y muy muy romántico.

-Yo también te amo-Sonrei.
-Repitelo... Por favor, me encanta oírte decirlo.
-Te amo, te amo, te amo-Dije tomándolo de la nunca.
-Yo mas-Dijo para después besar nuevamente mis labios.