-Esta todo bien, ¿Empezamos?-Sonrei extendiendole un pincel. -Echo linda-Me giño el ojo, yo me sonroje.
Maicol, comenzó a hacer su trabajo, mientras yo posaba, al dar las dos de la tarde, llegamos juntos a la escuela. El día estuvo muy divertido, pues estuve platicando y riendo con Maicol.
Es un buen amigo. En la salida, Maicol se ofreció a llevarme, yo acepte y nos desviamos unos minutos por un helado.
-Gracias por traerme a casa-Sonrei deteniéndome frente mi morada. -Es un placer, fue un lindo día. -Digo lo mismo, fue bonito pasar el día contigo maimai-Me burle.
-Oh por favor, no queda bien-Ambos reímos.
Le di una lambida rápida a mi helado y sonreí.
-¿Me das un poco del tuyo?-Pregunte. -Claro-Me acerco su helado.
Estaba por lamberlo cuando me embarra un poco en la boca. Yo me aleje y comencé a reír a carcajadas junto con el.
-Eres un tramposo-Rei limpiando mi boca con la servilleta. -Me encanta tu risa-Sonrio dando un paso hacia mi. -Tambien tu... Risa es linda-Dije tímida.
Alcé un poco la mirada hacia Maicol, pues no estaba tan alto. Tenía una genial estatura.
-Quiero besarte-Susurro.
Sentí mis nervios ponerse al máximo, ¿Que hago si me besa?, ¿Seguirle el beso? ¿Apartarlo? ¿¡QUE MIERDA HAGO!?.
Se acerco un poco más a mi y mire sus labios, entre abiertos. Nos fuimos acercando cada vez más, cerré los ojos forzosamente, para esperar la calidad de sus labios.(Portada). Cuando escuché la voz de Cinco.
-Alejate, ahora mismo de ella, o juro que te matare con mis propias manos-Ambos dimos un salto y a nuestro costado vimos a Cinco.
Si rostro está molesto, serio y intimidante, hasta incluso para mí.
-Te advertí, que no te quería cerca de ella-Dijo Cinco caminando hacia nosotros. -P-pero... ¡Ya no son nada!-Dijo rápidamente nervioso.
-¿Y?, ¿Te vas a aprovechar de eso acaso?. -A mi me gusta __-Abri los ojos sorprendida.
-Tu a ella no, así que ahora mismo lárgate, o te juro que te matare en cuestión de segundos maldito imbécil-Dijo entre dientes.
Ante su actuar, incluso yo me asuste, apreté mi puño y deje caer mi helado asustada.
-Maicol... Será mejor que am, te vayas ¿Nos vemos mañana?-Dije nerviosa. -Claro, paso por ti-Beso mi mejilla y se fue.
Torpemente me inque para tomar el vaso de mi helado, ahora derramado. Al levantarme, me encontré con la mirada molesta, fría y seca de Cinco.
Apenada me acerque al bote de reciclaje y lo tiré.
-40 putos minutos esperándote-Solto a mi espalda.-Te fuiste con el, cuando sabías perfectamente que hablaríamos hoy, y lo peor estaba apunto de besarte-Mi cuerpo temblo.
-Lamento hacerte esperar... Olvide que hablaríamos hoy-Susurre-Entremos.
Camine a la puerta y la abrí. Encendí la luz, pues mi madre me avisó que ya la había reactivado. Sonreí más que emocionada al ver nuevos muebles.
-¡Oh por Dios!-Dije emocionada. -¿¡Los has visto!?-Grito mi madre bajando las escaleras.
Entre dando brincos y lance mi mochila al suelo.
-¡Si?-Grite emocionada. -Estaban en descuento-Dijo mi madre llegando de las escaleras.
-¡Ya tenemos muebles!-Grite y me lance al nuevo sofá. De terciopelo.
-¡Cinco!-Exclamo mi madre.
Abrí los ojos y nuevamente, recordé que Cinco estaba ahí, apenada me levanté del sofá y me reacomode mi vestimenta.
-Buenas noches Verónica -Sonrio Cinco. -¡Que gusto tenerte aquí de nuevo!. -Muchas gracias, lo mismo digo de ustedes, me alegra que hayan vuelto.
-¿Y ya regresaron?-Nos miro pícara. -¡Mamá!-Refunfuñe. -Lo siento, lo siento, iré ya al trabajo-Rio tomando su bolso-Adios cielo-Beso mi mejilla-Adios Cinco, espero todo se arregle.
-Gracias, igual yo-Sonrio.
Mi madre asintió y salió cerrando la puerta, Yo suspiré y mire a Cinco, quién miro a la nada.
-¿Por qué estabas con el?-Pregunto sin mirarme. -Somos amigos.
-¿Amigos que se besan acaso?. -No nos besamos. -¿Acaso ibas a dejar que lo haga?.
-No lo sé...-Baje la mirada.
Cinco alzó la mirada con mala cara.
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