Capítulo 9. Hogar, dulce hogar .

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El día del examen de admisión solamente hice acto de presencia, aun así conteste el examen, era algo fácil. Aproveché para llevar la documentación que me habían solicitado para el ingreso. Mi papá se encargó de los pagos de examen y de inscripción. Era un alivio.

Me encontré nuevamente con Hanako, estuvimos platicando unos minutos y me comentó que ellos contaban con una bolsa de empleo para sus estudiantes y que me enviaría las vacantes para que comenzara desde la primera semana de clases.

Ese mismo día Taichi quedó de pasar por mí para ir a comer, ya había tomado una decisión. Cuando le avisé que aceptaba su propuesta de rentar una habitación de su departamento se alegró, me dijo que su departamento necesitaba algo de vida.

Le conté sobre la bolsa de empleo de la universidad y prometí pagarle las rentas cuando obtuviera mi primer sueldo.

La última semana que pasé con papá, arregle y limpié su departamento que tanta falta le hacía.

Taichi a su vez me dijo que ya estaba haciendo limpieza de la habitación que sería mía.

Hoy vendría por mí para llevar las cosas a su departamento, me sorprendió cuando vi también a Hikari.

-¡Hola Sora!, quise venir a ayudar porque mi hermano es un poco torpe y puede arruinar tu mudanza.

-¡Oye! - dijo mientras la fulminaba con la mirada.

-¡Es broma! - todos reímos.

-Bueno, aquí tengo las maletas en la puerta, son dos, yo llevo la mochila y el maletín.

-Te ayudaré con el maletín. - Hikari lo tomó

Taichi tomó una maleta con cada brazo y salió con cuidado, se había vuelto muy fuerte.

Hikari se colgó el maletín en el hombro y yo la mochila en la espalda, cerré la puerta despacio y los tres salimos del departamento de papá hacia el auto de Taichi.

En el portaequipaje guardó las maletas y el maletín y mochila lo llevamos al frente.

Después de un rato, llegamos al departamento de Taichi. Estaba nerviosa.

El llevaba las maletas, mientras Hikari y yo íbamos con el maletín y la mochila respectivamente entró detrás de nosotros con aire cansado.

Abrió la puerta y nos dio el paso, de inmediato puse la mochila en la mesa donde desayunamos aquella vez, Hikari me imitó y lo ayudamos con las maletas.

-Bueno Sora, bienvenida a nuestra casa... Es decir, a tu hogar temporal - se apresuró.

Le sonreí gire a la izquierda y ahí estaba la sala que había comprado hace unas semanas.

-Por fin tienes sala.

-Ya era justo.

Hikari me tomó de la mano.

-Ven Sora, quiero que veas la habitación, yo ayude a decorarla.

Pasé con ella a la otra habitación, no la había visto.

Era un cuarto un poco más pequeño que el de Taichi, pero muy acogedor: las paredes estaban pintadas de color blanco, tenía un closet, una mesita similar a la de él para la computadora portátil. La cama era individual y tenía un edredón muy lindo color azul cielo, dos almohadas, dos cojines blancos y una mesita de noche con una lámpara al lado derecho de la cama.

Al fondo se encontraba el baño.

-Esas cortinas y el edredón son mi regalo de bienvenida, ya que las que tiene Taichi son muy feas.

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