Capítulo 6. Tradiciones.

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-Sora Takenouchi, puedes explicarme esto?- me mostró un sobre color amarillo con el logo del Bunka Fashion College, me quedé helada y no supe qué decir.
-El cartero lo entregó por error con la vecina, hoy la devolvió.

El sobre estaba abierto, sacó unas hojas blancas y comenzó a leer en un tono pomposo, pero también molesto.

-Estimada Señorita Takenouchi, agradecemos su interés en nuestra institución y queremos darle la bienvenida al Bunka Fashion College, nos es grato tener a alguien como usted en las filas de alumnos que sueñan con tener una carrera en DISEÑO DE MODAS.

La última parte la gritó tan fuerte que me estremeció, continuó.

-Estos son los requisitos que necesita presentar para brindarle una matrícula, bla bla bla.
Yo estaba conmocionada, quería llorar.

-Así que fuiste aceptada en una escuela de diseño de modas, cuándo pensabas decirme ¿En tu graduación?
-Mamá yo…
-¿Qué pasó con tu carrera en economía doméstica? ¿Acaso nunca ibas a ejercer?
-No he encontrado un empleo donde pueda ejercerla.
-Entonces ahora te dedicarás de lleno a la academia y a ayudarme con el negocio familiar. Yo no quiero tener una hija diseñadora, ¿Qué dirá tu abuela?
-Mamá…
-Mañana mismo irás a darte de baja a esa escuela.
-¿Qué?
-Claro, me seguirás apoyando ahora de tiempo completo.
-¿Qué? - Repetí - No, no lo haré, no me daré de baja ni continuaré con la academia.
-Así que de nada sirvieron tus años en la Universidad de Kamakura, fue tiempo perdido.

Comenzó a reprocharme como si hubiera sido la peor hija del mundo.

-Era una carrera que tu elegiste mamá, no era algo que yo quisiera estudiar.
-¿Y la tradición? ¿Y el negocio familiar?
-Yo no quiero continuar ni con la academia, ni con el negocio familiar, quiero seguir mis sueños, ¡Tomar mis propias decisiones!
-La tradición de las mujeres de la familia Takenouchi es seguir con el negocio, así como en un futuro pasará a tu hija y luego a su hija.
- Ni siquiera he tenido hijas ¿Y ya tienen que seguir una tradición? ¡Yo no voy a obligarlas!  Mi sueño siempre ha sido el diseño, perdí años de mi vida estudiando algo que no me gustaba, lo hice para darte el gusto, te he apoyado en la academia para darte gusto, no es algo que me apasione.
-¿Diseño de modas? No es algo de lo que me sentiría orgullosa.
-¡Pues yo no estoy orgullosa de hacer arreglos florales!
-Sora… ¿Con este comportamiento te haces llamar mi hija?
Mamá estaba molesta, pero yo estaba más.
-¡No mamá basta! He aguantado lo suficiente, ya no soy una niña ¡Ya tengo 30 años!
-Edad suficiente para que ya no dependas de tu madre, si seguirás con tu sueño de ser diseñadora, ¡OLVÍDATE DE SEGUIR VIVIENDO EN ESTA CASA!
-¡PREFIERO VIVIR EN LAS CALLES PERO SIGUIENDO MI SUEÑO, QUE VIVIR DEPRIMIDA HACIENDO ALGO QUE NO ME GUSTA!

Mi madre gritó y yo contesté igual, mis manos temblaban, estaban cerradas en un puño, los ojos de ella estaban muy rojos, su cara mostraba un enojo que no había visto antes.

-Debí hacer caso a mi padre e irme a vivir con él, al menos no me obliga a hacer algo que no me gusta solo por las "tradiciones".

Mamá tiró al piso el sobre y las hojas de la escuela, rápidamente las tomé, subiría a mi habitación, pero ella me tomó el brazo.
-Si decides estudiar diseño, olvídate de mí.
Mamá derramaba lágrimas.

-Es muy triste que me pidas eso, no te preocupes mamá, como dices ya soy lo suficientemente madura para depender de ti, me voy y te dejaré en paz.
Le quité la mano del brazo el cual me estaba apretando con mucha fuerza.

-Mañana vuelvo por mis cosas.

Salí de la casa con los ojos rojos, sentía mucho coraje y ganas de llorar.

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