Definitivamente tal vez

927 74 13
                                    

Aparcó el auto en el estacionamiento de una serie de edificios modernos de al menos diez pisos cada uno.

Subí las escaleras blanquecinas, que eran tan brillantes que me hacían un poco mal a la vista y sosteniendo la baranda llegué al piso ocho, como dijo Harry.

Fue duro, en verdad, ustedes pensarán: «Oh, vamos Jade, no es para tanto son ocho pisos». Pero no, cada departamento tiene un generoso techo alto de, mínimo, siete metros, tal vez nueve, lo que hace que las escaleras sean gigantescas. «Al menos» pensé «podré ver a ricitos de chocolate sufriendo también al subir».

Un tintineo se escuchó a mis espaldas y me giré dónde me encontré con Harry, una risa burlona y un ascensor.

—Pudiste haberme dicho que había uno de esos.-le recriminé.

—Pues sí —contestó pasando por mi lado— pero me pareció más gracioso no contarte.

—Eres un...

—¡Espera! —exclamó un poco antes de que pueda poner mis manos alrededor de su cuello.— Todavía no te dije la mejor parte; ¡vivo en el piso cuatro!

—¡Voy a matarte!— ladré.

—Esta bien, tal vez no te conté la mejor parte;— caminó retrocediendo sobre sus pasos, llegando al ascensor— no bajarás en este asensor ¡Pup! —apretó el botón y las puertas se cerraron rápidamente.

—¡Hijo de puta! —chillé lo más varonil que pude— ¡Que te den!

Resignada fui a bajar la escalera pero vi a una robot pulsar una palanca morada que sobresalía de una de las estatuas del corredor, lo que provocó que de la pared surgiera otro elevador.

Me metí lo más veloz que pude y con una breve explicación llegué hasta el piso cuatro.

—Ahí estas. —rió mi amigo adelante de las puertas que apenas se abrían logrando que de un respingo.

—Casi me matas del susto.

—Sí, pero amas que haga eso.

—Por favor ¿eres así de creído siempre? —pregunté golpeando su hombro.

—Es lo que me mantiene cuerdo, porque si soy realista y miro a mi alrededor, confío que no existirá otra madre real, una verdadera hermana, mi mejor amiga... dime, ¿para que sirve ser prudente cuándo ya esta todo echado a perder? ¿Y si lo que perdiste era lo más preciado? ¿Cómo seguir viviendo?

Antes de responder a preguntas que en verdad no tenían respuestas él continuó:

—Ya que es gracioso que las tazas de suicidios hallan aumentado en estos últimos años. Como sea, ¿cómo preferirías morir, ahogado o quemado?

Ciertamente tenía el premio ganado a cambios de tema, al ser fluido y con buena afinidad con todos logra hacerlo a la perfección, recién días después me dí cuenta de ello, pero primero lo primero.

—Ahogado.

—Igual.

Entramos en su departamento y nos recibieron otros dos chicos corriendo con un patitas de pollo entre las manos.

—Patita, patita —cantó uno con voz grave.

—De pollo, de pollo —continuó el otro de forma aguda, y un tanto... Gay mientras bailaba.

—Cenaremos —dijeron ambos al final, del mismo modo.

Se calleron riendo en la alfombra.

Y nos miraron desde abajo.

The only girl in the world- Jarry StirlwallDonde viven las historias. Descúbrelo ahora