Aún puedo recordar el día en que lo vi por primera vez, teníamos 10 y 15 años... éramos un niño y un adolescente comprometidos.
Él me había deslumbrado a primera vista, su rebelde cabello negro y su mirada penetrante, para mí fue como amor a primera vista. Él extendió su brazo para que yo enganchara el mío con él suyo y caminamos por el alto jardín mientras él me hablaba de algo que yo no entendía bien. Pero escucharlo hablar era una maravilla, se expresaba con palabras raras y la tranquilidad que me transmitía me había enamorado.
Con el pasar del tiempo él se había puesto aún más apuesto. Había ganado altura y su forma de caminar con la cabeza en alto imponiendo respeto ante los soldados me hacía sentir diminuto. Él era un gran Alfa con todas las letras.
En su fiesta de presentación, a la cual mi familia asistió, pude tener un acercamiento con él, me invitó a bailar y fue muy caballeroso conmigo, me trataba con cuidado y modales. Él ya tenía 18 y yo estaba apenas alcanzando los 14, pero él no me lo hacía notar, me trataba como su prometido, no como un niño.
Desde entonces yo supe que no sería fácil ser el esposo de un Alfa líder, habían más omegas codiciando mi posición y yo con orgullo las miraba desde la sima. Jeon Jungkook sería mi esposo y yo sería su Omega. Nadie podía evitarlo.
Apenas cumplí los 18 años la boda se realizó, debía hacerse antes de mi primer celo para no correr riesgos. Una gran celebración en la residencia de los Jeon, una fiesta para celebrar la alianza entre dos mafias que tenían una rivalidad de siglos, pero que habían decidido unir fuerzas y enfrentar a sus enemigos juntos.
Me había convertido en Jeon Taehyung y ese día comenzó el corto camino a mi muerte.
El animal en mi interior rugia con desesperación mientras lo cuerpo ardía, él calor creciendo en mí nublaba mi vista y mis sentidos. Era la noche de mi primer celo y yo me encontraba sólo en la habitación que se suponía debía compartir con mi esposo, mi Alfa.
Como pude y en agonía caminé hasta la puerta, sin lograr abrirla me deslice por ella hasta quedar tendido en el suelo, mis manos temblorosas trataban de llegar a mi liberación mediante una sucia masturbación. Pero no era suficiente.
Mi parte trasera se deshacía en mi lubricante natural, se contaría con tanta fuerza que dolía. Mi garganta estaba seca por los gemidos de dolor que abandonaban mi boca, además de que las lágrimas no parecían acabar jamás. No podría decir en qué momento exacto mi sufrimiento acabo.
Pero cuando desperté nuevamente tenía ropa limpia y estaba bien acomodado en la cama. Me levanté de inmediato, mi cuarto aún se encontraba caliente pero no exigía contacto externo. La puerta ya se encontraba abierta así que abandone la habitación para dirigirme a las escaleras y correr a donde venía el sonido de alguien hablando.
Hacia 3 días que no veía a Jungkook, para ser exactos después de la boda, nuestra noche de bodas había pasado sólo, él me había abandonado apenas llegamos a la habitación de hotel. Había sentido muy extraño como su comportamiento gentil y amable había cambiado completamente después de decir "Sí" frente al altar.
Ahora se mostraba frío y distante, con su mirada gélida que congelaba mi cuerpo. -- Buenos días, Alfa.
-- Taehyung...
Tragué saliva ante la poca importancia en su saludo. -- ¿Quieres qué... haga el desayuno?. Podríamos comer juntos y...
-- Ya comí. -- sus cortas palabras me dejaron mudo nuevamente. -- Estoy saliendo ya para Begin.
-- Jungkook, yo... tube mi primer celo anoche y... -- corté mis palabras al conectar con su mirada. Sentí... miedo.
-- No tengo tiempo ahora.
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La Muerte del Omega. ~KookV~
Fantasy-- Porfavor... Dile que venga, dile que mi omega se muere por él. Dile que necesito su cercanía... ¡PORFAVOR! MALDITO COBARDE, SÉ QUE SE ESCONDE PARA NO RECLAMARME... Las súplicas no sirvieron de nada para el pequeño omega que en celo pedía por su A...