El Caperucita y El Lobo

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Disfrútalo Tae, sé libre y olvidarlo junto con la resaca.

Esas palabras fueron volvieron a mí cabeza apenas despertar, ¿Cómo sería capas de olvidarlo? ¿Como olvidar que unas manos fuertes tomaron de mi cintura con fuerza?, ¿Cómo olvidar la manera de besar experta que recorría mi cuello y hombros?.

No podría olvidar que Yoongi había cruzado la línea entre toda esa gente y me había tocado, me había besado, había bailado de manera provocativa y morbosa pegando la inevitable erección en sus pantalones contra mí. No podría olvidar la adrenalina que corría en mis venas cada vez que sus manos me pegaban a él.

Cerrando mis ojos un momento volví a imaginarme ahí. En medio de la pista con Yoongi en mí espalda, un movimiento lento y erótico de mis caderas contra su pelvis, fijé la mirada en quien tenía sus brazos rodeando mi cuello, tenia a Baekhyun en frente y una de mis manos tomaba su cintura también, logré ver su sonrisa muy cerca y sonreí de igual  manera, *Tae, eres demasiado hermoso*, sus labios se posaron en mi mejilla izquierda y un susurro llegó a mí oído. *Desde el primer momento en que te vi, supe que eras un alma presa en una jaula de cristal, debes liberarte*

-- Liberame.

No tenía memoria de si lo había dicho o pensado, tal vez olvidarlo sería lo mejor pero no podría, no quería hacerlo tampoco.

Enfoque mi vista cayendo en cuenta que estaba en mi habitación, no recordaba como había llegado a casa, pero el malestar en mi cabeza me decía qué había tomado de más, mucho de hecho. Era la primera vez que bebía tanto y la resaca me estaba llegando poco a poco, junto a recuerdos de la noche.

Yoongi basándome, tocándole, hablándome.

Me levanté de la cama de forma torpe, tenía sed y rogaba encontrar unas aspirinas para aliviar el dolor de cabeza.

Baekhyun empujandome a los brazos de Yoongi, sin soltarme las manos.

Relami mis labios en busca de aliviar la resequedad en ellos, pero mi lengua parecía estar igual o más seca. Necesitaba tomar demasiada agua con urgencia.

Baekhyun besando mi cuello, mientras Yoongi me comía la boca con urgencia.

Una arcada atacó mi garganta y de manera inmediata corrí al baño, cayendo de rodillas frente al retrete queriendo expulsar mi alma por mi boca.

Dos cuerpos apricionando el mío, calor, cansancio y risas. Un río de emociones dando vueltas mi cabeza. Las luces de neón cegando mi visión. La música fuerte opacando el sonido del resto del mundo. La luz blanca que se prendía y apagaba difuminado la realidad.

Felicidad momentánea.

Había experimentado una falsa felicidad en un momento de debilidad, riendo, saltando y viviendo una vida que no era la mía. Frente a ese momento en el que mi estómago no quedaba más que dolor y ardor en mi garganta, pude darme cuenta que había vivido de verdad en una noche, pero había acabado y volvía a esa casa fría y desolada.

Lo había disfrutado tanto que temí no volver a vivirlo de nuevo.

Cuando logré recuperarme de la patética escena del vómito pos-hebriedad me encamine en busca del añorado vaso de agua que me esperaba en la cocina, disfrutando del fresco que invadió mi boca y garganta al sentir el líquido cruzar por ella, No bastando uno, si no tres vasos de ese mineral irremplazable en ese momento.

Logré escuchar la puerta siendo abierta y dos voces hablando, la primera podía reconocerla muy bien, era Jungkook, había vuelto.
La segunda voz podría jurar que era la primera vez que la oía. No quería asomarme para averiguar quien era la nueva persona que invadía mi jaula y hubiera sido perfecto si la primer voz no se hubiera alzado al pronunciar las siguientes palabras. -"Taehyung ven aquí".

La Muerte del Omega. ~KookV~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora