La Muerte del Omega. ~KookV~

Pruebas y Descubrimientos.

Estaba muy emocionado por poner a prueba mi nueva voz, la idea de poder dominar a Jungkook despertaba una extraña adrenalina en mi interior.

Era la mañana del sábado, desperté temprano, notando que otra vez Jeon dormía sentado en el sofá. Ya hacía una semana que él llegaba tarde en la noche y dormía en el sofá, como si estuviera vigilando, pero se quedaba dormido y al no tener mi esencia, era muy sigiloso para no despertarlo. Me puse una bata y bajé a la cocina, prepare un café para mí y salí al balcón.

El clima se sentía fresco a esas horas de la mañana, así que busque un poco de sol y me senté sobre la orilla de una maceta grande en la que un árbol de flores rojas estaba plantado, dándole a la azotea un poco de naturaleza entre tanto cemento. Me gustaba la vista desde ahí, toda la ciudad bajo mis pies y sin sentirme vivo aún.

Jungkook apareció a los 20 minutos cambiado, estaba recién bañado y vestía ropa de deporte, me sorprendió puesto que siempre llevaba trajes de diseñador. -- Iré al gimnasio. ¿Te apetece ir?.

-- Soy un esposo trofeo, no necesitas llevarme a un gimnasio. -- Solté olvidando el papel que debía tener con él. Pero enseguida sonreí y lo miré. -- Lo siento... Jungkook. -- Usé esa voz nuevamente. -- Hoy habrá un artista invitado en Begin. Lo vi en una publicidad.

Jungkook sólo me observó en silencio, yo me puse se pié dejando mi taza en donde estaba sentado. Me acerqué a él y arregle el cuello de su camiseta. -- ¿Puedo ir? Me aburro mucho aquí, sólo.

-- Tengo que trabajar hoy en Begin, estaré ocupado.

-- Porfavor. -- susurre de forma íntima. -- Yoongi estará ahí para vigilar. No me harán nada en tú territorio.

Sus ojos parecieron brillar un momento, un pequeño brillo oscuro seguido de las palabras. -- Está bien, daré aviso en Begin que mi esposo estará presente, espero que disfrutes tu noche.

Sonreí con emoción y me puse de puntitas para alcanzar su boca y dejar un beso superficial sobre sus labios. Eso había funcionado bastante bien, Jimin tenía algo de razón en eso y quería saber más sobre eso.

Estuve toda la tarde recorriendo la ciudad, comprando ropa y zapatos, no era algo que me volvía loco pero la situación requería de un vestuario adecuado, uno con el que no contaba.

Me probé casa cosa antes de comprar, quería estar completamente seguro de surgiera efecto y para eso usé a Yoongi, aprovechando el hecho de que no podía dejarme sólo, desfile cada conjunto frente a él. Disfrutando de la manera nerviosa en la que me miraba, sin querer mirar de más, respondiendo con pocas palabras mis preguntas, tratando de evitar cualquier palabra que pudiera malintencionarse.

-- Todo lo que se ponga, luce exactamente perfecto.

Con ese comentario me sentí satisfecho, había sido sincero y educado, podía ver en sus ojos que no mentía. Pero quería esa reacción en alguien más, en mi marido específicamente. Y lo lograría.

Con eso en mente me puse un pantalones apretados y una camisa blanca olgada, escondía mi diminuta cintura y me daba un aire más juvenil, aunque mi carita de niño rico me delataba me sentía bien con mi apariencia. Sabía que atraería más mostradas con algo más revelador o con lentejuelas, algo transparente tal vez, pero no quería caer en el estereotipo de seductor carnal. Aunque no tubiera sentido, sonaba bien en mi cabeza.

Como me lo esperaba, cuando llegamos, todos abrían paso para mí y muy a mí pesar, tuve que subir al vip, que estaba custodiado por 5 hombres. ¿De verdad era necesario?, Claro que no, estábamos en su territorio, Nadie se atrevería a tanto. Pero como todo Alfa y -aunque yo como omega no le generaba algún interés personal-, debía ser protector y posesivo.