Para la búsqueda del empleado y mano derecha perfecto, recurrí a la única persona que, según yo, podría ayudarme. Además de que no tenía idea de qué hacer o cómo empezar, sabía que Baekhyun era alguien en quien podía confiar.
Y así fue, en cuestión de horas, fue capas de reunir una serie de currículum con las características que se adaptaban a lo que yo requería. Aunque la lista disminuyó bastante cuando aclaré que obligatoriamente debía ser un omega.
Pero aún así pude encontrar a Choi Yeonjun, un hermoso omega de 25 años recién graduado, el brillo en sus ojos me hiso saber que él era el indicado. Hablamos de lo difícil que había sido para él poder entrar a la Universidad y pagar sus estudios, veía de una familia humilde, donde al igual que a mí querían casarlo con un alfa que pudiera "darle lo que se merecía". Enpatizar con él fue cosa sencilla.
-- ¿No crees que es injusto? Yo sólo puedo darme lo que merezco y más. No pienso dejar mi vida en las manos de un desconocido. Lamento que tú no pudieras hacerlo también, entiendo que somos de mundos diferentes y que no todos tenemos el valor de abandonar nuestro hogar. -- ¿Cómo debería sentirme yo con esas palabras? ¿Ofendido, molesto?. -- Además eres demasiado joven.
-- ¿Tiene eso acaso algo que ver? Yo no tube la oportunidad de escapar, con sólo intentarlo estaría firmando mi sentencia de muerte. Me buscarían hasta debajo de las piedras -- Contesté en cambio.
-- Mi familia no gastaría un peso por buscarme, un omega rebelde no vale nada. Entonces decidí darme mi propio precio.
-- ¿Cuál es?.
-- Puedes pagar por mi trabajo, seré el contador que necesitas y la mano derecha más importante que puedas tener. Pero no soy de tú propiedad, mi lealtad estará contigo pero no pretendas tratarme como un esclavo sólo por tener dinero, yo soy libre. -- Desde ese mismo instante pude sentir admiración por él. Yeonjun era el tipo de omega que deseaba ser, una bella flor con espinas filosas.Yeonjun sólo era uno de los empleados que necesitaba, se encargaría de la parte financiera.
El segundo fue Kang Taehyun, un jovencito beta de 19, animado y creativo, su forma expresiva de comunicarse y carisma me mantuvieron atento a todo lo que decía aunque no lograba entenderlo, su trabajo estaría enfocado en las dinámicas que harían funcionar se manera exitosa a Singularity, sería algo así como el animador.
Aunque no fuera un omega, no pude resistirme a tenerlo trabajando para mí después de las palabras que salieron se su boca. -- Puedo hacer de ese lugar tú lugar; el lugar donde todos sean libres. Pero para eso debes estar dispuesto a abrir la puerta a nuevas experiencias y oportunidades, hacer lo que nadie más se atreve y darle al público lo que desee. Esa es la clave para que un negocio prospere.-- ¿Y cómo planeas hacer eso?.
-- Atrayendo al público más desplazado. Creando fiestas que estén a otro nivel, yo tengo las ideas, tú el financiamiento. -- Sé inclinó más cerca a mí y con una sonrisa de oreja a oreja dijo. -- La inauguración de Singularity será sólo la punta del iceberg a un mundo de colores brillantes y diversión.
Singularity debía ser un lugar especial, libre de tensión y estereotipos, exclusivo para las personas que fueran capases de dejar sus prejuicios y limitaciones en la puerta. Un lugar para conocer y conocerse, uno para brillar con luz propia. Y Taehyun era capas de entenderlo.
-- Necesito que trámites un permiso para libre pasó y consumo desde los 16 años.
Jungkook alzó la mirada de los papeles que tenía en sus manos para observarme y sonreír. -- ¿Quieres menores de edad bebiendo en Singularity?.
-- Sí, el que tenga el dinero para pagar es bienvenido, pero claramente no puedo hacerlo sin un permiso previamente establecido y legal. -- sus cejas se alzaron al tiempo en que tomaba asiento frente a su escritorio. -- Mi asesor me hablo sobre que los jovencitos necesitan un lugar donde sentirse seguros y como en casa, donde no les recriminen y sean libres.

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La Muerte del Omega. ~KookV~
Fantasía-- Porfavor... Dile que venga, dile que mi omega se muere por él. Dile que necesito su cercanía... ¡PORFAVOR! MALDITO COBARDE, SÉ QUE SE ESCONDE PARA NO RECLAMARME... Las súplicas no sirvieron de nada para el pequeño omega que en celo pedía por su A...