La Muerte del Omega. ~KookV~

Sorpresa y Deseo

Mis acciones seguido de eso hacían ido de mal en peor. Seducir a Yoongi era la peor idea que había podido pasar por mi cabeza pero ahí estaba yo, hablándole suave y cruzando mis piernas de manera provocadora mientras el conducía y de reojo me miraba por el espejo retrovisor. Me divertía, me hacia sentir una adrenalina que no había sentido antes.

El trataba de disimularlo; no miraba más de lo debía y tampoco tocaba nada. Pero yo quería más, quería sentirme apreciado y deseado, sentirme importante e irresistible. No podía evitar sentirme acalorado junto a él y aunque nada tenía que ver con lo que una sola mirada de Jeon provocaba en mí, Yoongi parecía dispuesto a darme lo que yo buscaba.

-- ¿Tienes pareja Yoongi?. -- Le pregunté mientras el conducía sin rumbo por la ciudad.

-- No. Mi trabajo demanda presencia 24/7 como se habrá dado cuenta. No me sobra mucho tiempo para ese tipo de cosas.

Escuchar su voz era toda una experiencia también, vaga y sin ganas, pero atrayente a querer seguir escuchandolo. -- ¿Cómo manejas tu ciclo de celo?. Debe ser difícil.

-- Mi celo es solo una vez al año y depende de los omegas con los que me relacione. Pocos en realidad. -- Lo escuché chequear con su boca y suspirar. -- El jefe Jeon me da una semana de vacaciones cuando ocurre. Es así con todos a su cargo.

-- ¿Jungkook y tú hace cuanto se conocen?.

-- 15 años o algo así. Éramos chicos.

-- ¿Cuantos años tienes?.

-- 27.

-- Oh... pareces muy joven. -- Comenté mirando por la ventanilla. Después del almuerzo y de tomar una sienta, había pensado en visitar a Jimin, pero este no se encontraba en su casa y ante mi negativa para volver al Penthouse terminamos dando vueltas en el coche, desperdiciando tiempo.

-- ¿Podemos volver ya?.

-- ¿Te parece molesto tener que cuidarme?, ¿No sería mejor para ti estar en Begin o en algún otro lugar?.  Cuidar del esposo trofeo del Jefe debe ser muy aburrido. -- Hablé mirándolo por el espejo retrovisor, esperando que me viera también, que dijera algo.

-- Mientras pueda servirle al Imperio Jeon, No importa porque tenga que hacer, lo haré con gusto.

-- Yo soy un Jeon. ¿Me obedeceras también?.

-- Lo haré. Daré mi vida por la suya si es necesario.

El silencio se instaló en el vehículo otra vez. Él lo haría todos por mi, incluso morir, eso hizo que se dibuje una sonrisa en mi rostro. Pero no duró rato cuando me di cuenta qué no lo haría por mí, lo haría por servir a Jungkook. Él estaba ahí porque Jungkook confiaba en él para cuidar de su esposo, sabía que le sería fiel como un perro a su amo. Sabía que aunque mi celo estuviera en el punto más fuerte, él no me tocaría.

-- Volvamos a la jaula llamada Penthouse a la que debo llamar hogar. Estoy cansado.

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Recorrer tiendas y comprar ropa, se había vuelto uno de mis pasatiempos, no tenía mucho que hacer de todos modos, en tres meses que llevaba ahí metido me había leído la mitad de los libros de Jungkook. Debía aceptar que tenía buen gusto en libros de fantásticos, imaginaba que tenía un especial gusto por la magia y animales místicos. Eran interesantes.

También había mirado todas las series que en mis 18 años viviendo bajo el techo de mi padre no había podido. "La televisión instalará ideas liberales en tu cabeza Taehyung y no conseguirás un buen marido siendo rebelde" eras eran sus palabras, como si me hubiera dado la oportunidad de conseguir un buen marido, me había cazado con quien mejor le parecía a él.