Con mi nueva y pésima decisión tomada y contando con la ayuda de Jimin, buscamos alguien que pudiera "aconsejarme" con respecto a la canción que debería cantar.
En lo personal, nunca hacia pensado en ser cantante, sí me gustaba oír música y bailar pero nada más allá del cantar en la ducha o mientras hacías mis tareas. Cantar sobre un escenario con un determinado público sería una experiencia completamente nueva.
Estaba emocionado al igual que asustado, rompería demasiadas reglas con ello y podría costarme la vida, no era un juego de niños, pero ahí estaría yo, ahí brillaria como nunca antes y no me importaría.
Unos días después de hablar con Jimin, él ya tenía a la persona indicada para el trabajo, me dijo qué no habría problemas. Era un chico beta de su confianza y que guardaría nuestro secreto, debía quedarme tranquilo y confiar en él y en este beta. Lo cual me parecía difícil porque no había convivido con demasiados betas en mi vida y una de ellos quería robarme a mí marido.
Si se pudiera llamar a Jungkook mi marido.
Después de la visita de su padre, Jungkook no volvió, no sabía donde estaba y obviamente tampoco podía contactarme con él. Entre el y yo había un muro, una muralla demasiado alta para trepar y resistente para que un débil omega muerto pudiera romper con sus manos, cavar por debajo de ella tampoco era opción, puesto que sus cimientos estaban echos demasiado profundos bajo una tierra acentuada y dura. Podría ser qué la muralla llevaba años construida y yo era un iluso al querer cruzarla.
-- ¿Porqué debo ir sólo yo?.
-- Porque no puedo salir de casa, Namjoon está aquí. Va a quedarse hasta el parto, suspendió todas sus actividades para cuidarme a mí y al cachorro hasta el nacimiento y al menos tres meses después de él. -- Hablo por el teléfono.
-- ¿Cómo voy a reconocerlo? Nisiquiera me dijiste su nombre. Además es sospechoso.
-- Tae, sí te digo su nombre arruinados la sorpresa. Sólo confía en mí y hazme caso.
Confiar... confiar no era algo que lograba hacer con facilidad. Había crecido en un entorno familiar sin una pisca de amor, mi madre era una sirvienta más de mi padre, mi hermano me miraba de una forma desagradable siempre y papá... me veía como un papel en el que firmaría un acuerdo de alianza. No había confianza en ninguna parte.
Amigos cercanos tampoco tenía, rodado de niños ricos presumiendo las riquezas de sus padres. Avusando de fiestas, alcohol y drogas para olvidar sus miserables vidas carentes de amor paternal, buscando llamar la atención de manera mala. Yo por lo contrario, prefería llamar la atención sacando buenas notas y teniendo un comportamiento impecable.
Tampoco es que sirviera de algo eso, entonces me hacia pensar qué tal vez debía haber salido, bebido y probado drogas, al menos eso sonaba más divertido que pasar los sábados leyendo o poniendo en práctica mis modales de futuro omega trofeo frente a las "amigas" de mamá.
Confiar en Jimin ahora era algo que requería trabajo, pero lo hacía. Él corto la llamada después de darme la dirección del restaurante en el que me encontraría con el misterioso beta.
De camino, Yoongi estaba callado como siempre, mirándome de reojo y evitando verme a los ojos. -- ¿Donde está Jungkook?.
-- Tubo un viaje de emergencia.
-- Y de nuevo con eso. Jungkook puede irse a la mierda.
-- No deberías usar ese vocabulario. Me gustas más cuando hablas de manera educada.
Una débil carcajada escapó mis labios sin poder evitarlo, sus palabras fueron como un detonante de algo desconocido en mi interior, mi voz bajo. -- ¿Quieres que sea elegante y delicado contigo?, puedo ser como deseas. Vulgar o educado, sólo debes decidirte.
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La Muerte del Omega. ~KookV~
Fantasi-- Porfavor... Dile que venga, dile que mi omega se muere por él. Dile que necesito su cercanía... ¡PORFAVOR! MALDITO COBARDE, SÉ QUE SE ESCONDE PARA NO RECLAMARME... Las súplicas no sirvieron de nada para el pequeño omega que en celo pedía por su A...