Recuérdame porqué te amo.

Capítulo 20

La resonancia magnética, excepto que no se mencionó casi nada sobre la resonancia magnética.

En otras palabras, Lan Wangji ya no es la única persona que lleva a una princesa bajo su cinturón.

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Nota de la autora:

¡Gracias por quedarse con este fic a pesar de la larga espera para recibir actualizaciones!
No tengo una versión beta, por lo que todos y cada uno de los errores son míos.
¡Los amo a todos y espero que disfruten este capítulo!

~o0o~

—... Ejem... ¡EJEM!

—¡¡¡WEI WUXIAN!!!

Los dos hombres se separaron, con los labios rojos y respirando con más dificultad de lo habitual. El cabello de Wei Ying estaba despeinado por el entusiasmo de Wangji, la mitad deslizándose de la cola de caballo en la que había estado antes. Wangji se congeló culpable, todavía a horcajadas sobre el regazo de Wei Ying. Wei Ying se puso rojo brillante, levantando sus manos del trasero de Wangji en el aire.

—Wen Qing—saludó torpemente, con una sonrisa nerviosa en su rostro.

Una furiosa Wen Qing los miró, el vapor prácticamente salía de sus oídos con lo inflamado que estaba su rostro.

Una pareja de ancianos salió arrastrando los pies por la puerta abierta detrás de ella, desviando la mirada cortésmente y luciendo como si prefirieran estar en cualquier otro lugar menos aquí en este momento.

—Hombres jóvenes en estos días. Tan descarados—Uno de ellos murmuró al otro.

Wangji sintió un rubor arrastrándose hasta sus mejillas y deseó que el piso se convirtiera espontáneamente en un pantano y lo tragara entero. Escondió su rostro instintivamente en el pecho de Wei Ying, un poco aturdido y sintiéndose extrañamente vulnerable.

Wei Ying se tensó debajo de él con sorpresa, relajándose rápidamente con una pequeña e incrédula risa ahogada. Wangji sintió las vibraciones en su pecho y el leve temblor de sus dedos mientras le acariciaban la espalda, como si Wei Ying todavía no pudiera creer que se acababan de besar, que acababa de aceptar crear nuevos recuerdos con él. La otra mano de Wei Ying se acercó para acunar la parte posterior de su cabeza, y Wangji se derritió más profundamente en su abrazo, sin vergüenza por lo precioso que se sentía, así.

Wangji pensó que tal vez debería besar a Wei Ying con más frecuencia. Se acarició más profundamente en su pecho, olvidándose por completo de que estaba en el hospital. De nuevo.

Wen Qing resopló detrás de él, sonando completamente cansado con ambos—Dejen de abrazarse. Están en público, idiotas y es su turno. Entren aquí.

Wangji se bajó a regañadientes del regazo de Wei Ying, girando la cabeza justo a tiempo para atrapar la más mínima curva en una esquina de la boca de Wen Qing antes de que ella se diera la vuelta. Lan Wangji estaba bastante seguro de que eso significaba que no lo castraría después de esto. Probablemente.

Dejaron sus aparatos electrónicos y objetos metálicos fuera de la habitación, y después de eso Wangji recuerda vagamente un torbellino de rostros y actividad y, a pesar de todo, la reconfortante presencia de Wei Ying.

Lo siguiente que recuerda es que el golpe rítmico de la máquina de resonancia magnética se estaba apagando, y Wei Ying estaba extendiendo la mano para tomar su mano.