Recuérdame porqué te amo.

Capítulo 7

Más conversación y un buen llanto.

~o0o~

Cuando Lan Wangji regresó a la sala de estar, Wei Ying ya se había ido. Miró alrededor de la habitación vacía, la culpa lo hizo caminar en círculos ansiosos por la alfombra. Recordó las lágrimas de Wei Ying, su voz temblorosa diciendo "Te amo" sin ninguna esperanza de que Lan Wangji correspondiera a sus sentimientos. Había hecho daño a Wei Ying, asumió que su matrimonio no había sido feliz, asumió que Wei Ying estaría mejor sin él. Se sentó en el borde del sofá, esperando a que regresara Wei Ying. Necesitaba disculparse, como mínimo, por hacer llorar a Wei Ying.

Wangji poco a poco se dio cuenta de un suave sollozo fuera de la puerta principal. Se quedó helado, escuchando atentamente. El suave sollozo se convirtió en un lamento amortiguado y luego se desvaneció en un sollozo ahogado. Wangji se dirigió a la puerta principal y la abrió—Wei Ying—le dijo al bulto tembloroso encorvado frente a la puerta, su corazón dolía como si hubiera sido pisoteado por una docena de elefantes furiosos.

Wei Ying se había acurrucado en sí mismo justo afuera de la puerta de su apartamento. Tenía los ojos hinchados e inflamados y todavía goteando de lágrimas. Una de sus manos cubría la mitad inferior de su rostro, amortiguando su llanto. Las uñas de la otra mano se clavaban en la carne de su muslo en un intento de apoyarse, atiborrándose de medias lunas rojas y sensibles en la piel. Al ver y oír a Lan Zhan, Wei Ying lloro más fuerte, volviendo la cara desesperadamente. Wangji sospechaba que no había dejado de llorar desde que salió de su habitación.

—Wei Ying—dijo de nuevo, arrodillándose al lado del hombre que lloraba—Yo te amaba. Lo siento.

Otro sonido agudo y profundo escapó de los labios de Wei Ying. Un temblor atravesó su delgada figura mientras otro torrente de lágrimas caía sobre sus mejillas fuertemente maltratadas—Lan Zhan...—se las arregló para decir entre jadeos ahogados, sus brazos cruzados a la defensiva sobre su pecho, las manos apretadas con fuerza en la tela de su propia sudadera—por favor... por favor...

Lan Zhan se dio cuenta con horror de lo que Wei Ying debió pensar que quería decir—¡No! —casi gritó, sus brazos volaron alrededor del cuerpo tembloroso de Wei Ying por su propia voluntad.

—No—dijo más tranquilamente, instintivamente tirando de Wei Ying más cerca y metiendo su rostro cómodamente en su pecho—, soy malo con las palabras, Wei Ying. Déjame intentar de nuevo.

Las lágrimas y los mocos de Wei Ying estaban empapando rápidamente la camisa de Lan Zhan, pero lo encontró mucho menos angustiante que el hecho de que Wei Ying todavía lloraba incontrolablemente, pequeños gemidos se deslizaban por sus labios temblorosos y en la tela de su camisa. Wei Ying asintió bruscamente contra su pecho, y lo tomó como un permiso para continuar.

—Lamento haber hecho suposiciones sobre nuestro matrimonio. Terribles. Wei Ying no merecía mi apresurado juicio—. Lan Zhan tragó saliva—Hojeé el álbum. Tú tenías razón. Éramos felices juntos. Yo... el futuro yo también te amaba. Y... no sé si podré amarte de la forma en que él te amaba... pero me gustaría intentarlo.

Pasó una mano tranquilizadora por el cabello oscuro de Wei Ying, todavía enredado y desordenado por dormir en el sofá. Wei Ying hipo en su pecho, su camisa se humedeció a pesar de sus palabras. Lan Zhan se echó hacia atrás alarmado, mirando hacia abajo para escrutar la expresión de Wei Ying. ¿Había entendido mal? ¿Wei Ying no lo quería después de todo?

Wei Ying apretó los puños en la camisa de Lan Zhan, acercándolo físicamente una vez más—Lan Zhan—murmuró en su pecho, algunas lágrimas más salieron de sus ojos y cayeron en la camisa arruinada de Lan Zhan—Eso es todo lo que necesito. Solo dame una oportunidad. Una oportunidad. Por favor.

—De acuerdo—Lan Zhan susurró en respuesta, su corazón se apretó en su pecho mientras frotaba suaves círculos en la espalda de Wei Ying—Te daré todas las oportunidades que necesitemos.

Las lágrimas de Wei Ying se ralentizaron aún más, su cuerpo inmóvil en el abrazo de Lan Zhan—Lan Zhan—dijo en voz baja, tranquilamente, finalmente levantando la cabeza. Los angustiados ojos plateados empapados de agua encontraron unos grandes y serios ojos dorados—¿Sabes? Siempre tuve miedo... hip... de que lo que teníamos fuera demasiado bueno para ser verdad. Siempre me dijiste... hip... que estaba siendo tonto, pero pensé... hip... ¿y si un día te despiertas... hip... y te das cuenta de que ya no me quieres? ¿Qué pasaría si... hip... de repente te dieras cuenta de que no era lo suficientemente bueno... hip... que merecías algo mejor... hip... que ya no valíamos la pena? Y... y dijiste... hip... dijiste que estaba siendo tonto... pero se hizo realidad—otra lágrima rodó por su mejilla, sus pestañas manchadas con más sin derramar—. Realmente te despertaste, y... hip... me olvidaste.

—Wei Ying—Lan Zhan dijo con urgencia, secándose las nuevas lágrimas casi frenéticamente con las yemas de los pulgares—Wei Ying, no es tu culpa.

—¿Lo crees? —pronunció Wei Ying, su voz apenas audible mientras se acurrucaba más en sí mismo, con la cabeza inclinada hacia abajo por la derrota—¿Crees que podrías aprender a amarme de nuevo?

—Yo... dame una oportunidad—Lan Zhan le repitió, sus palmas ahuecando las mejillas rosadas y pegajosas de Wei Ying con una ternura de la que nunca se había creído capaz. —Por favor. Yo... quiero... aprender—. Lo hacía, se dio cuenta con una sacudida. Quería aprender más sobre Wei Ying, su esposo que era ridículo, torpe y mucho más táctil de lo que estaba acostumbrado. Su esposo, que también era increíblemente amable y comprensivo, que estaba dispuesto a amarlo para siempre, incluso si nunca podría corresponder sus sentimientos. Su esposo, que había tenido una hermosa sonrisa en sus fotos juntos, que hizo perfectos bollos de pasta de loto, que se mantuvo increíblemente valiente a pesar de todo lo que les había sucedido recientemente. Quería aprender más sobre ellos, sobre quién era él ahora, sobre cómo encajaban sus vidas.

—Sí—Wei Ying suspiró ante su toque, los últimos hipos dejaron su cuerpo con un estremecimiento—Supongo que eso es todo lo que puedo hacer.

—Wei Ying—Lan Zhan presionó suavemente las lágrimas residuales en la cara de Wei Ying con un extremo de su manga derecha antes de quitarle los mocos que le bajaban por el labio superior con la otra—Subestimas lo fácil que es cuidar de ti.

Wei Ying lo miró con una sonrisa llorosa y exhausta, claramente luchando por creerle—Eso espero.

—Mnn.

Wei Ying se acurrucó en silencio más profundamente en el pecho de Lan Zhan, sin importarle que su camisa estuviera muy empapada de lágrimas y mocos. Lan Zhan ignoró voluntariamente el dolor en sus rodillas por estar arrodillado durante tanto tiempo y apretó sus brazos alrededor de la forma más pequeña de su esposo.

—Actúa correctamente en público. Siéntate correctamente. Mantén una distancia decente de los demás. Se disciplinado—. El tono de decepción de su tío resonó en el fondo de su mente. Por una vez, no le importó. Por una vez, estaba contento de permanecer arrodillado incorrectamente frente a la puerta de su apartamento, la puerta abierta de par en par detrás de él, sus brazos sosteniendo a su esposo cerca.

Si uno pasara por el apartamento de Lan Zhan y Wei Ying en esta hermosa y soleada mañana, disfrutarían de una vista tan exótica: había dos hombres adultos abrazados sin vergüenza en la puerta de dicho apartamento. Uno de ellos era un desastre humano llamado Wei Wuxian, y el otro era un carámbano* humano derretido llamado Lan Wangji.

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Nota de la autora:

Wangxian: * abrazados aleatoriamente en la puerta de su casa *

Los transeúntes: * se detiene y mira fijamente *

Wangxian: * continúa abrazándose *

Los transeúntes habituales: muévete, esto sucede cada dos semanas.

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N/T: *Carámbano según San Gugul es un trozo de hielo largo y acabado en punta que se forma cuando se congela el agua que cae de un lugar alto. ¿Ustedes lo sabían? Porque yo no jaja, todos los días se aprende algo nuevo.