Recuérdame porqué te amo.

Capítulo 28

Wei Ying vuelve a casa.

~o0o~

Nota de Autora: Siento mucho haber tardado tanto en actualizar, la vida ha sido absolutamente ajetreada los dos últimos meses, y no tenía ganas de escribir nada que no fuera increíblemente angustioso.

El primer día libre que tuve en dos meses lo dediqué a este capítulo. ¡¡Espero que lo disfruten!!

¡¡ADVERTENCIA!!

Este capítulo contiene escenas de sexo explícito; si no te sientes cómodx con eso, quizá quieras saltar desde que Wangxian se tropieza con la cama hasta que Wei Ying dice "te amo" (N/T: lo pondré en negrita y cursiva😉)

~o0o~

Wangji encontró una cosa más debajo del cuaderno. Exhaló bruscamente al ver el documento bajo sus dedos y la nota adhesiva pegada encima.

El corazón le temblaba en el pecho, tanto por la emoción como por el miedo.

Sonó el timbre de la puerta, y rápidamente metió tanto el documento como el cuaderno en el cajón, apresurándose a abrirle la puerta a quien, con suerte, era Wei Ying.

—Lan Zhaaan—escuchó incluso antes de haber abierto bien la puerta—¡He vuelto!

Y así fue. Wei Ying estaba de pie en la puerta, con las mejillas ligeramente sonrojadas, como si se hubiera apresurado a llegar a casa. Su camisa había sido desabrochada a lo largo del día, y sus mangas estaban remangadas hasta los codos. Se veía... bien. Wangji no podía apartar los ojos de sus antebrazos.

—Mn—consiguió decir—Lo hiciste.

Wei Ying se rio, brillante y burlón—¿Eso es todo lo que tienes que decirme, Lan Zhan, no me has extrañado todo el día como yo a ti?

—Mn—repitió, con el corazón palpitando como una pequeña banda de música en su pecho—Yo también he extrañado a Wei Ying. Todo el día.

Los ojos de Wei Ying se abrieron de par en par, y su sonrisa se suavizó hasta convertirse en algo más tranquilo, más asombrado—Tú... ¿lo hiciste? —Miró a Wangji a través de sus pestañas, repentinamente tímido; y Wangji apenas podía respirar por lo encantador que parecía en ese momento, cálido y resplandeciente en el umbral de su casa.

—Mn—confirmó, por tercera vez esa noche. No pudo evitarlo; se inclinó hacia delante para colocar una mano en el encantador antebrazo de Wei Ying, para tirar de él hacia el interior, para darle la vuelta y cerrar la puerta tras él y poder darle un pequeño beso de saludo, y acariciar con la boca el agradable calor en la unión de la base de su cuello.

—Ah—respiró Wei Ying, y sus manos temblaron un poco al posarse con cautela sobre la espalda de Wangji—. Lan Zhan, Lan er-gege, ¿qué...? —su respiración se entrecortó en contra de su voluntad cuando Wangji le dio besos húmedos y con la boca abierta sobre la mandíbula, subiendo hasta que sus dientes pudieron engancharse en el suave lóbulo de la oreja, succionando suavemente. Se fundió aún más en el abrazo de Wangji, y sus manos rodearon con más firmeza la cintura de éste.

Wangji retrocedió hasta que su espalda chocó con la pared, tirando de Wei Ying para que pudieran seguir besándose, con una mano en la camisa desarreglada de Wei Ying y otra en su cabello, que se enredaba rápidamente.

Wei Ying se retiró después de un rato, jadeando ligeramente, con los ojos desorbitados. Wangji hizo un ruido de protesta y sus manos se movieron para tirar de él.