¿Es Lillian Brown?

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ㅡ¡Levántense!

Son las doce de la madrugada y ya Lionis y mi hermana están desparramados en el mueble  balbuceando, casi dormidos.

Gracias a Dios mi madre viene el jueves. Porque si viniera mañana moría yo a chancletazos. No solía hacerlo, pero bien podría si viera esto.

Cierro todas las puertas y ventanas. Quito las luces y la música. Esto es lo que no me gusta de ser anfitriona o de que la fiesta sea en mi casa. Termino limpiando todo yo. Amanda ama demasiado a sus uñas como para limpiar algo.

Mañana me encargo de las latas y el desorden.

Entro al cuarto y siento el agua de la ducha. Leon está totalmente loco.

Toco la puerta y no contesta. Abro con cuidado, como si hubiera una bomba dentro y veo vómito en el retrete. Descargo, busco la ropa que se supone que se quitaría pero no hay nada.

Lo que cubre a la ducha es de cristal, con el centro chispeado con colores. Saco valor y levanto la vista, puedo divisar que Leon está empapado con todo y ropa.

ㅡHola, buscapleitos. ㅡBrinco en el lugar. Su voz se oye más clara. Creo que haber botado y meterse en el agua fría lo sacó un poco de la ebriedad.
ㅡ¿Puedes quitarte la ropa para que la lave y la seque?
ㅡEstoy borracho. Ven y hazlo tú. ㅡMe alivia oír su voz algo alegre de nuevo.
ㅡEntonces quédate así.
ㅡEspera.

Se quita todo, excepto el boxer y me lo entrega, asomando parte de su cuerpo. Tengo que respirar profundo para apartar la vista.

ㅡDejaré un pijama para que te pongas.

Cuando dejo su ropa tendida y casi seca subo. Leon está sentado en la silla de mi pequeño escritorio, casi como ver a un adulto en la silla de un niño, porque es alto y trae puesto un pantalón de pijama que usaba mi padre.

Tenía esperanzas de que estuviera dormido cuando volviera.

ㅡPuedes dormir en la cama. Yo dormiré en la de mi madre.
ㅡNo. Si no duermes aquí conmigo dormiré en el suelo.
ㅡLeon, deja tus juegos. ㅡCreo que estamos en un momento en que puede volver a tomar cualquiera de mis palabras como rechazo, así que me retractoㅡ. Está bien.

Apago la luz, nos acostamos y enciendo la luz de la lamparita de mesa que tengo desde mis nueve años, cuando me daban ataques al dormir en la oscuridad.

ㅡApagála. Me molesta ㅡprotesta.
ㅡNo. Date la vuelta y tápate los ojos con la colcha.

Me da la espalda y hace lo que dije.

ㅡLeon.
ㅡ¿Sí?
ㅡLo siento. ㅡSe voltea y me miraㅡ. No pensé que hablaras en serio nunca. Ni que te hacía daño. ㅡMe abraza como un ovillo de seda a su oruga.
ㅡDescuida ㅡresponde. Lo miro, antes de que se cierre en su mundo nuevamente, ahora que no está tan ebrio.
ㅡTienes que decirme lo que sientes, lo que crees. No soy el entrenador. No juzgo ni califico, Leon. Necesito que confíes en que puedes decirme cualquier cosa. ㅡEl entrecejo empieza a dolerme de tanto fruncir el ceño.
ㅡ¿Cualquier cosa?
ㅡSip.
ㅡPues, quisiera que esta noche cumplamos el sueño de tu hermana.
ㅡ¿Cuál sueño?
ㅡTú... haciendo guarradas con un chico guapo, aquí.

Me acerca a él aún más, como en el auto, siento su miembro duro.

ㅡLeon, no debemos.
ㅡ¿Por qué? ¿Falta lo de "novios"? Pues, déjame ser tu novio.
ㅡ¡Dios! ㅡme siento repentinamente.
ㅡ¿Qué pasa?
ㅡMañana hay escuela. Bueno, en unas horas.
ㅡ¿Y?
ㅡ¿Y? Amanda dudo que pueda ir con la resaca que tendrá y tú, ¿al menos dijiste que te quedarías aquí?¿Y tus libros?
ㅡ¡Qué dramática! A tu hermana no se le va a acabar el mundo por faltar un día a clases y sí, le avisé a mi padre que estoy bien y que me quedaría en casa de un amigo, y mañana voy temprano a mi casa a buscar las cosas para la escuela. ¿Listo?
ㅡOk. Todo estará bien. ㅡVuelvo a acostarme.
ㅡ¿A tí te adoptaron? ㅡMi cuello se tuerce bruscamente hacia Leon cuando hace esa pregunta.
ㅡ¿Por qué?
ㅡNo te pareces en nada a tu hermana.

Autodestrucción / Acuafobia [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora