Pirofobia.

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Leon no ha venido a buscarme. Por tanto, mi hermana y yo tenemos que ir a la escuela con mi madre.

Debe estar molesto. Ayer no contestó ninguno de mis mensajes.

                          ~°~°~

ㅡLillian Brown, nueve ㅡdice la profesora de Literatura, anunciando las notas del último resumen que hicimos de una obra.
ㅡLeon McMarden, diez. ㅡMe volteo para felicitarlo pero está concentrado en mirar la pizarra y nada más

ㅡ(...) Richard Golden, seis. ㅡOír el apellido con G me pone los nervios de punta.
ㅡAmandine Grontory ㅡLa profesora me mira y no dice nada, torturándome. Trato de mostrar el mayor desinterés posibleㅡ, nueve coma cinco.

Sí. Sí. Genial. Quizás alcance la beca a la S.Q.U a este ritmo.

ㅡ¡Leon! ㅡgrito cuando todos salen del salón incluido él.

Ok, no voy a estar como mosca detrás de él. Es una inmadurez de su parte ignorarme, así que cuando decida hablarme hablamos.

                         ~°~°~

Me lo he topado en los pasillos, en los cambios de turno y me ignora totalmente. Hace semanas que no recordaba al Leon superficial, indiferente y creído. Aquí está.

Salgo camino a la piscina. Leon va a pie detrás de mí, seguramente para no ir en el auto y ser tan gilipollas de dejarme ir caminando. Total, solo es rodear la escuela y ahí está el salón con la piscina y demás.

                        ~°~°~

ㅡ¿Leon y tú han terminado? ㅡme pregunta Rita con una sonrisa descarada. Cierro el casillero de un portazo y se hecha para atrás. Ella y su amiga de seguro me vigilan cada vez que pueden.
ㅡPregúntale a él. ㅡVoy a vestirme pero vuelvo a ponerme frente a ella, lo suficientemente cerca como para que sepa que no me intimida ni su tamañoㅡ. Ah, y si por un inmenso milagro te hace caso, se hacen novios y se casan, invítame como madrina de bodas. Sería un gusto verlo con alguien como tú. ㅡNo sonríe ni lloriquea, no hace nada. Pero sé que por dentro le esclarecí la mente.

No es lo que Leon busca. Es lo que él siempre ha desechado.

Por su parte, ella sería capaz de estar con Leon aunque a Lillian le gustara. Zorra.

Pero él no estaría con alguien como ella. O eso creo. No soy la mejor pero no ando bajando mis bragas cuando alguien me parece lindo o adinerado.

Hablando de ello, Lillian parece que se ha ido rápido. Le ha dado fuerte todo lo que pasó, creo que la prefería de gilipollas.

Salgo mentalmente preparada para caminar a casa. Quizás me encuentre a mi hermana en alguna cafetería con Isabella y Lionis y vayamos juntas.

Me encuentro el auto de Leon aún en la entrada de la escuela. Paso de largo, tratando con todas mis fuerzas de no mirar dentro del carro. Debe estar adentro.

Idiota, las ventanillas son oscuras. ¿Qué rayos vas a ver?

ㅡAman ㅡoigo la voz que ya comenzaba a extrañar. Doy media vuelta y ahí está, con un pantalón azul de mezclilla ceñido a sus piernas y una camiseta, cubierto con una chaqueta de cuero.
ㅡ¿Qué?
ㅡEntra. ㅡAbre la puerta del lado del copiloto invitándome a entrar.
ㅡNo, gracias. Quizás lo necesitaba esta mañana, pero ya no ㅡmenciono sarcásticamente. Quiero hablar con él, sí, pero las cosas no serán cuándo él quiera.

Me acabo de contradecir pero...

Mi mente es un desastre.

ㅡEntra, por favor.
ㅡVoy. ㅡSaco mi celular fingiendo ser la persona más relajada de Brisbane.
ㅡ¡Dámelo! ㅡgrito cuando me quita el celular de las manos y lo guarda en su bolsillo.
ㅡVamos a hablar.
ㅡ¿Ah, ahora?¿Qué?¿Anoche estabas muy ocupado como para eso?¿O esta mañana?¿Te retrasaste en el váter?
ㅡ¡Cállate! ㅡgrita estruendosamente a la vez que golpea al volante. Me estremezco y cierro la boca inmediatamente.

Autodestrucción / Acuafobia [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora