¿Por qué lo hiciste?

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ㅡAman, el sábado tendremos una competencia con deportistas de Sídney ㅡme informa el entrenador mientras me da una toalla para secarme cuando salgo de la piscina.
ㅡPerfecto. ¿Será aquí?
ㅡNo.
ㅡSeñor Bolet, mi madre...
ㅡHe hablado con ella y te dejará ir.
ㅡVaya ㅡdigo sorprendida. Seguramente el hecho de que vea a Morgan la ha calmadoㅡ. ¿Quiénes vamos?
ㅡLillian, Leon, Mercedes, Santiago y tú. Por favor, ignora los comentarios de Lillian y evita cualquier problema allí, ¿sí?
ㅡPor supuesto. ㅡLe entrego la toalla, molesta de que me hable como si yo fuera la responsable de nuestros conflictos, y me voy al vestíbulo.

ㅡAman, ¿irás a la competición? ㅡme pregunta Mercedes desde su taquilla, a un metro de la mía.
ㅡSí.
ㅡMilagrosamente su madre la dejará ir ㅡcomenta Lillian. Me pasa por el lado para salir y me volteo hacia ella.
ㅡPor lo menos tengo una madre que se preocupa por mi vidaㅡ. Se detiene en seco, me mira y su sonrisa desaparece. Di en el clavo.
ㅡVuelves a hablar de...
ㅡ¿No empezaste tú?

Un segundo después está agarrándome el cabello y jalando sin dirección definida. Todas se ponen detrás de ella para apartarla. Le pateo el estómago, lo que finaliza la pelea. Cae sentada en el banquillo y no levanta la vista.

ㅡHasta el sábado, bonita ㅡle susurro al oídoㅡ. Ah, por cierto, eres deportista. No deberías agarrar por los moños como una niña.

Finge que no puede ponerse de pie y yo me marcho.

Lillian Brown

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Lillian Brown.

                       ~°~°~

Estoy en la clase de Literatura cuando veo al entrenador Bolet entrar con la cara como si lo estuvieran asfixiando. Automáticamente miro a Lillian, que desde la otra esquina del salón sonríe mientras desvía la vista hacia su libreta.

ㅡSeñorita Grontory ㅡme llama el entrenador visiblemente aguantando para no exaltar la vozㅡ, salga. Profesor, permítame un momento con ella.

Me pongo de pie y desde la esquina hasta la puerta me es tiempo suficiente para querer suicidarme por los pensamientos que me vienen a la cabeza de lo que dirá Lucas Bolet.

Y, efectivamente, no espera siquiera a que lo salude para gritarme.

ㅡ¿Qué te dije esta mañana? ㅡPone una mano en su cintura y cambia los pies de posición nerviosamente.
ㅡHa sido ella. ¿Acaso fue a darle las quejas a usted? Es una...

Pone su otra mano libre en la puerta casi dando un puñetazo y me sobresalto.

ㅡEstás fuera de la competencia. Esas estupideces no pueden ocurrir allá.

Estoy tratando de formular una oración coherente, pero es tanto acumulado en mi cerebro que no sale nada de mi boca.

¡La estrangularé!

En ello sale Leon del salón, seguramente oyó todo desde su puesto, que está próximo a la puerta.

ㅡSeñor Bolet, no la excluya del equipo.
ㅡNo se meta en esto, ella...
ㅡElla no hará ninguna estupidez de nuevo, yo me encargo de eso.
ㅡ¡Qué no soy yo! ¿Por qué no le dice nada a Lillian?

Autodestrucción / Acuafobia [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora