Autodestrucción / Acuafobia [Completa]

¿Delfines o tiburones?

  Cuando entramos a la habitación solo se escuchaban quejas. Yo preferí no comentar nada para que las arpías de Lillian y Leon no ataquen, además de que no soy muy exigente. Con un buen baño y comida "comestible" estoy bien.

No es pequeña la habitación, aunque sí sencilla. El papel tapiz es blanco con flores, lozas en el suelo también blancas y simples. Parece un hospital psiquiátrico este lugar.

Paso al cuarto que hay en el fondo, es como el vestíbulo, con cordeles para la ropa, un lavadero, un cesto y utensilios de limpieza. Al lado está el baño: ducha, lavamanos y una barra metálica para colgar la ropa. Nada de espejos, ni portacepillos, nada.

Al menos está limpio.

En cuanto al cuarto, tiene cuatro literas y al lado de cada una hay unas gavetas, dos abajo y dos arriba, con una toalla sobre cada una.

ㅡ¡Yo duermo arriba! ㅡaviso.

Al final, todos se acomodan donde creen mejor. El entrenador ocupa una litera y al lado Lillian ocuoa otra. Al frente estoy yo en una y debajo Mercedes. La otra de al lado es para Santiago y Leon.

ㅡParece que dormiremos cerca, buscapleitos ㅡme dice Leon mientras sube al colchón de arriba.
ㅡQue emoción ㅡdigo pesadamente y continúo guardando mis cosas en las gaveta de al lado.

Entra una muchacha vestida de uniforme blanco.

¿Qué problema tiene esta gente con el blanco? Asustan.

ㅡBuenas tardes. Deben saber que el agua tiene un horario, para ahorrar. A las 8:00 a.m. hasta las 9:30 a.m. y por la noche de 7:00 p.m. a  9:00 p.m.

ㅡO sea, no se demoren, ni hagan sus trabajitos en el baño, por favor ㅡinterrumpe Leon y solo Santiago le ríe la gracia.

La chica nos explica otro par de cosas y se retira. Todos se enternecen en sus celulares informando a quien quiera que le interese que ya estamos en Sídney, incluída yo.

ㅡEntrenador Bolet, ¿no entrenaremos una vez más antes de la competencia? ㅡpregunta Mercedes.
ㅡYa entrenaron lo suficiente en el instituto. No te dejes corcomer por el pánico, Mercedes. ㅡSe levanta de su litera y nos mira con cara de que dará un ultimátumㅡ. Voy a salir para buscar el acta que firmarán y pedir la comida desde ahora. No los quiero abarrotándose de grasa para mañana estar metidos en el baño todo el día, así que yo traeré lo que comerán. Ah, Leon, atento, ¿ok?

Esa orden le quita la sonrisa a Leon y me mira con odio de nuevo. Creo que no es buena idea tenerlo al lado.

Decido tomar una siesta antes de que me ponga nerviosa también por la competencia.

                    ~°~°~

¡Un terremoto!

No, peor, dos idiotas aburridos.

ㅡDeja de hacer eso o te clavo el peine en la cara ㅡamenazo a Leon para que deje de mover la litera. Comienzo a sentir que me caeré de aquí.
ㅡ¡Santiago, para! ㅡle grita Lillian a Santiago, a la cual también le está moviendo la litera.

Se miran los dos cómplices, se detienen y se trepan a las literas de cada una.

ㅡ¡Vete! ㅡgrita Lillian.

Me siento y me pego a la pared para alejarme lo más posible de Leon.

ㅡ¿Qué hacen?
ㅡVigilar que no se metan en sus líos de niñas.
ㅡEn primer lugar, estaba durmiendo, ¿qué iba a hacer? En segundo, niña, infantil e imprudente no soy yo, es ella.
ㅡ¡Eh! ㅡprotesta Lillian y la ignoro.
ㅡY tercero, bájate.
ㅡNo. ㅡSonríe divertido y cuando miro a Santiago tiene la misma cara de cumpleaños.
ㅡ¡Mercedes! ㅡgrito.
ㅡEstá en el baño, buscapleitos. Seguramente botando los nervios, haciendo el dos o el tres, ya sabes.
ㅡ¡Cállate, idiota!