Autodestrucción / Acuafobia [Completa]

Tensión.

Introduzco la ropa blanca en la lavadora, se llena de agua, echo el detergente y comienza su función. Mientras, no sé que hacer.

Lavaré los calcetines a mano con jabón.

Grito cuando me abrazan por la espalda. Obviamente es Leon. Ese olor dulce, pero nada repugnante, es característico de él.

ㅡ¿Qué haces aquí?
ㅡVer cómo lavas.
ㅡTenderás la ropa ㅡle aviso y abre los ojos exageradamente.
ㅡ¿Yo? Nunca lo he hecho.
ㅡPues lo harás.
ㅡNo.
ㅡ¿No?¿Ni por tu mamá? Pobre de la que se case contigo.
ㅡPobre de tí, entonces. ㅡMe rodea con los brazos y le embarro los hombros de espuma cuando me apurruña como a un bebé.
ㅡLímpiame.
ㅡLímpiate tú. ㅡLe doy la espalda para seguir estregando los calcetines. Comienza a besarme el cuello y la espalda.
ㅡLeon.
ㅡLímpiame. ㅡCojo agua entre mis manos.
ㅡ¡No seas así! ㅡ protesta, cuando supone que le tiraría toda el agua encima.

Le paso las manos quitando la espuma y luego un pañuelo. El agua corre por los brazos. Cojo otro pañuelo seco y seco desde el hombro hasta la muñeca. Sus venas resaltando me resultan adictivas. Inclino un poco la vista hacia él.

ㅡ¿Qué miras? ㅡpregunto.
ㅡLo sexy que te ves atendiéndome.
ㅡAntojado, sécate. Que sepas que no me casaría con un hombre holgazán.

Se ríe y se empieza a secar el otro hombro. La lavadora se detiene y lo aparto para sacar la ropa.

ㅡWow. ㅡLo veo detrás de mí, vacilando mi trasero.
ㅡ¡Vete! ㅡRecuerdo algo antes de que salgaㅡ. Ah, no. ㅡVuelve sonriendoㅡ. Toma la ropa. Tiéndela.
ㅡBuscapleitos. ㅡSu sonrisa se apaga y la mía aparece. Le doy un cesto más pequeño que el que me enseñó Kate, con la primer tanda de ropa.

                          ~°~°~

ㅡ¡Con cuidado! ㅡle exijo a Leon mientras corta una cebolla. Es torpe en todo lo que tiene que ver con el hogar.

Son las cinco, pero con este pésimo ayudante de cocina creo que terminaré a las nueve de la noche si no lo saco de aquí. Kate ha estado viéndonos y regañando a Leon por no hacerme caso.

ㅡ¿Qué haces de comida? ㅡme pregunta Kate mientras saca un jugo del refrigerador.
ㅡCerdo asado y arroz con vegetales. Luego haré la ensalada.
ㅡMm. Buena cocinera, ¿eh?
ㅡNo tanto. Solo que a mi madre le gusta cocinar y me ha enseñado un poco. Se me da bien, a veces.

Se detiene al lado de su hijo para ver lo que hace.

ㅡSi me dices algo más me encierro en mi cuarto ㅡle advierte Leon, cabreado.
ㅡSolo estoy viendo cómo mi hijo hace algo útil por primera vez ㅡbromea y Leon me mira reflejando agotamiento.

Ha tendido (o intentado tender) la ropa. Subiendo y bajando escaleras varias veces. Pero es que no me gusta dejar la ropa húmeda por mucho tiempo en un cesto. Y me ha ayudado aquí en la cocina. No está acostumbrado, así que debe estar agotado. Al parecer, se ha tomado muy en serio lo de no casarme con un holgazán.

ㅡVe a estudiar ㅡle digo, mientras veo cuánto le falta a la olla que está cocinando el arroz.
ㅡMás tarde lo hago. 
ㅡNo sufres tanto aquí entonces. Te estoy dando escape y no aceptas. ㅡ
Me abraza de nuevo por la espalda.
ㅡSiempre había querido hacer esto. Ver a mi chica cocinar. Como en las pelis. ㅡSonrío como una tonta enamorada ante su confesión.
ㅡQue tierno. ㅡPor primera vez, lo digo en voz alta. Él se aparta.
ㅡSexy, no tierno.
ㅡSaca la carne del horno, chico tierno.
ㅡNo me digas tierno, buscapleitos. ㅡSe agacha para sacar la carne del hornoㅡ. ¿Por qué no la sacas tú?
ㅡ¡Se quemará! Solo sácala. ㅡCierra los ojos como si rezara y abre el horno.