Katie Bell

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La caminata en Hogsmeade no fue agradable. Mattheo se envolvió con su bufanda la parte baja de la cara; lo expuesto se sintió rápidamente entumecido. El camino a la aldea estaba lleno de estudiantes doblados ante el viento despiadado. Más de una vez se preguntó si no hubieran disfrutado más el tiempo en la cálida Sala Común, y cuando finalmente llegaron a Hogsmeade y vieron que la tienda de bromas de Zonko había sido cerrada, lo tomó como una confirmación de que ese viaje no estaba destinado a ser divertido. Sin embargo, la alegría volvió cuando Alexa señaló con una mano recubierta de guantes hacia Honeydukes, que estaba misericordiosamente abierta.

- ¡Gracias a Scamander! - exclamó temblando cuando entraban y se sentían envueltos en un aire cálido, con perfume a caramelo. - ¡Quedémonos aquí toda la tarde!

Después de unas horas, nuevamente se envolvieron con las bufandas alrededor de las caras y salieron de latienda de dulces. El viento frío era como cuchillos sobre las caras después de la tibiezaazucarada de Honeydukes. La calle no estaba muy transitada, nadie se preocupaba encharlar, solo se apuraban en llegar a sus destinos. Las voces de Katie Bell y su amiga,que eran traídas por el viento, se habían vuelto más fuertes y chillonas. Las dos chicas estaban discutiendo por algo que Katie estabasosteniendo en la mano.

- ¡No tiene nada que ver contigo, Leanne!

Dieron la vuelta en la esquina de la calle, el aguanieve les caía encima, gruesa yrápidamente. Leanne elevó la mano para tomar lo que Katie estaba sosteniendo; ésta tiró del paquete hacia atrás y éste cayó al suelo.

En ese momento, Katie se levantó en el aire con gracia, con los brazos extendidos, como si estuviera apunto de volar. Sin embargo, había algo fuera de lugar, algo misterioso... Su cabello era azotado a su alrededor por el viento feroz, pero tenia los ojos cerrados y su cara estaba inexpresiva. Mattheo, Alexa, junto a Harry, Ron, Hermione que también salían de una tienda cercana, se habían quedado duros, mirando. Entonces, seis pies por arriba del suelo, Katie lanzó un terrible grito. Sus pupilas se abrieron pero lo que fuera que estaba viendo, o sintiendo, claramente le estaba causando una terrible angustia. Gritó y gritó; Leanne comenzó a vociferar también y tomó los tobillos de Katie, tratando de bajarla al piso. Los demás corrieron a ayudarla, pero cuando estaban deteniendo las piernas de Katie se les cayó encima; Harry y Ron pudieron atraparla, pero pesaba demasiado, apenas podían mantenerla en esa posición. En vez, la bajaron al suelo, y ella empezó a golpear y gritar, aparentemente no reconocía a ninguno de ellos.

- ¡No se muevan de aquí! - ordenó el de anteojos en medio del viento huracanado - ¡Voy a pedir ayuda!

Al cabo de unos minutos, Hagrid llegó con él. Katie seguía retorciéndose y chillando en el suelo mientras los demás intentaban calmarla. El profesor miró a la estudiante por un instante y después, sin una palabra, se agachó, la tomó ensus brazos, y salió corriendo en dirección al castillo. En unos segundos, los gritos de Katiese habían dejado de escuchar y el único sonido era el rugido del viento.

Alexa se apuró a consolar a la amiga de Katie que se estaba lamentando. Puso su brazo sobre su hombro.
- Tu nombre es Leanne, ¿no?

La chica asintió.

- ¿Ocurrió de repente, o...?

- Fue cuando ese paquete se rompió - soltó Leanne, señalando el ahora roto paquete envuelto en papel marrón que yacía en el suelo, que se había partido revelando una cosa brillante y verdosa.

Ron se agachó con el brazo extendido pero Mattheo se dio cuenta y lo tiró para atrás.

- ¡No lo toques!

Se volvió al suelo. Asomando del papel, se veía un collar de ópalo muy adornado.

- He visto esto antes - dijo, mirándolo - Estaba en la vidriera de Borgin y Burkes hace años. La etiqueta decía que había sido maldecido. Seguramente Katie lo tocó - miró a Leanne, quien había empezado a temblar descontroladamente.
- ¿De dónde sacó esto?

Mattheo Riddle y Alexa Weasley (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora