Disculpas y tal vez algo más

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—Lauren. ¿Estás aquí? — golpeó la puerta de su habitación.

—Hey. Camila. Pasa. ¿Qué necesitas? —

Demasiado cordial. ¿Eso es furia reprimida? No sabría decir.

—uhmm... Sé que no quieres escuchar más sobre el tema pero necesito... Hablar contigo. — miro a Kendal — A solas.

Kendal:— bien como sea de todos modos ya me iba a clases. — cruza justo a mi lado y abandona el lugar. Lauren me deja pasar y cierra la puerta.

Los nervios me carcomen. Entro con temor y escucho la puerta cerrarse detrás.

—Bien. Adelante, te escucho.

—Lauren... — suspiro.

Caminé por su cuarto tomando el coraje para decirlo. De una vez y por todas. No estaba en una cuerda floja, estaba en una encrucijada. Porque tal vez mi confesión pueda arruinar sus planes. O no...

Bien no hay tiempo para eso.

—Camila. Si es por lo de la otra vez. Está bien. Estamos bien. Se acabo por nuestro bien. El mal se corta de raíz. ¿No es así? — cruza los brazos.

Se apoya contra su escritorio. Mantiene su mirada fija en mí. Y desde mi fuero interno quité las palabras que quería que escuchase.

—Es que yo no quiero que acabe.

Silencio.

—De verdad que no quiero que acabe. — fui hacia ella. Ahora intentaría el siguiente paso.

—Entonces que pretendes — contestó inmediatamente. Enojada.

—¿Que sigamos como estábamos? ¿Que continuemos con eso que empezaste y que ya no pude parar? — hizo ademán con sus brazos. Estaba indignada pero no entendí la razón.

—Lauren. No lo pongas así. —

—Camila. Tú entre tooodas las cosas que tengo en mí cabeza, eres lo que más me frustra. No puedo contigo. Dime de una vez que quieres de mi.

—Lauren. Tranquilízate.

—No. Camila. No me pidas eso. Vienes aquí. Con tu descaro, a pedirme que sigamos, teniendo sexo sin compromiso, porque simplemente no quieres que se acabe. ¡Pero esperen! Que luego la dama entra en crisis y luego yo soy la perra. La que se acuesta con toda la universidad, lo cual, vaya buena observación en mi, Camila. ¡Dices cosas de mi pero ni siquiera tienes idea de quién soy o como soy!

—Lauren. Eso fue un error. Te juzgué mal. He venido con la verdad, quiero que escuches que.

—¿La verdad? ¿Quieres saber la verdad? Yo inventé todo lo de David. ¡Yo lo incriminé! Yo quería que estuvieras conmigo y nadie más. —gritó. Estaba apuntandome. Y esa mirada despiadada... Continuó—  Y te alejé de cada chico porque estaba obsesionada contigo. Porque eres increíble, eres mi crush... Eres mi platónico. Pero jamás se te pasó por la cabeza. ¡Porque tú! ¡tú que demandas amor, y demandas un noviazgo y cariño! Lo único que quieres es esto. — se sostiene el miembro. —

—Eso es lo único que quieres de mi. Y no puedes verlo.

—Te amo.

Sus hombros se relajaron

—No digas cosas de las que no tienes idea. — su voz está quebrada.

—Lauren. Te amo. — me acerqué hacia ella. Sin miedo al rechazo inmediato. La besé.

Un beso rudo. Que duró poco porque me alejó. Sosteniendo mi cintura.

—Qué es lo que quieres de mi. — comienza a llorar. Sin consuelo. Y entonces la arropo en mis brazos.

—Te amo tanto, Camila. Te amo demasiado. Por favor, me estoy entregando a ti.

Su desesperación. Su agonía. Su mirada. Su autenticidad. Ella estaba allí en mis manos. Lo único que debía hacer era sostenerla.

Y lo hice.

La llevé a la cama y dejé que llorara en mi pecho. Nos tapé. Y la contuve. Su llanto no tenía amparo. Estaba desquitando todo su dolor acumulado. Todo el dolor que le causé todo este tiempo. Buscando su cuerpo y jamás su alma. Jamás su ser. Siempre su cuerpo. Pero está vez, estaba aqui para ella, para cuidar su noble corazón.

—Dime que no me mientes. — levantó la cabeza. Me observó con esos ojos deslumbrantes. —

Negué. — Quisiera mentirte, Lauren. Quisiera que mi amor por ti jamás hubiese existido. — ella sollozó. — Porque este amor me matará cuando te vea partir.

Entonces se movió, subiendo encima de mi. Y acarició mi rostro. Me reclamó suya en un tierno beso.

—¿Irías al baile conmigo, Camila? — murmuró cerca, sin romper el choque de nuestros labios.

—Si, amor. — solté una lágrima que no logré retener. Y volvió a besarme.




Girls need love [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora